DINAMARCA.- La selección dirigida por el timonel colombiano, quiere lograr que se olvide el escándalo de la fiesta realizada por sus jugadores, y por esa razón una victoria contra la también mundialista Dinamarca, será el examen final.
La selección mexicana afronta este sábado el último partido de preparación antes de Rusia 2018 frente a Dinamarca, con el propósito de hacer olvidar el escándalo desatado por una fiesta de los jugadores y resolver sus problemas en ataque.
La prensa mexicana destapó esta semana que varios jugadores celebraron una fiesta tras el amistoso contra Escocia del sábado, de la que se divulgaron fotos comprometedoras, un incidente que el técnico Juan Carlos Osorio ha relativizado.
Osorio admitió hoy en la rueda de prensa previa al encuentro que estaba enterado de que iba a haber una fiesta, restó importancia a lo ocurrido y defendió el derecho de los jugadores a usar su tiempo libre, al igual que hizo el capitán del Tri, Andrés Guardado.
Guardado ya ha superado sus problemas físicos y se entrena con normalidad, al igual que otros como los hermanos Giovani y Jonathan Dos Santos y el defensa Héctor Moreno, pero Diego Reyes continúa siendo duda.
Después de mostrar falta de contundencia en sus dos últimos amistosos, el empate sin goles con Gales y el triunfo por 1-0 sobre Escocia, los mexicanos han trabajado estos días en Dinamarca en los disparos a puerta y Osorio espera que el sábado el equipo comience a resolver mejor las jugadas en el área.
México es una de las tres selecciones que se ha clasificado a octavos de final los seis últimos Mundiales (Brasil y Alemania son las otras), pero nunca ha pasado de esa fase, lo cual busca hacer en Rusia, donde jugará en el grupo F, en el que enfrentará el 17 de junio a Alemania, el 23 a Corea del Sur, y el 27 a Suecia.
En Dinamarca, también preocupa la falta de acierto a portería, con un solo gol marcado en los tres últimos partidos (el de Sisto que valió el triunfo contra Panamá), aunque el recuerdo del triunfo por 5-1 en Dublín en la vuelta de la repesca hace que jugadores y técnicos llamen a la calma.
“Los amistosos son algo muy distinto a los partidos en un campeonato. No hay más de que hablar. Punto”, ha zanjado la discusión Yussuf Poulsen, uno de los siete atacantes que integran la lista de Åge Hareide, que ha querido reforzar la ofensiva por los problemas físicos de Andreas Cornelius.
Hareide cuenta para mañana con el regreso de su principal estrella, el centrocampista del Tottenham Christian Eriksen, ya reincorporado a los entrenos tras disfrutar de unos días de permiso por el nacimiento de su primer hijo. (FUENTE: AGENCIAS)