PLEAMAR
Por Lenin Amaro Betancourt
El proyecto del Tren Maya, un auténtico detonador del desarrollo sustentable para el sureste
El anuncio del proyecto del Tren Maya de la administración que tomará posesión en el mes de diciembre próximo encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, trasciende en términos históricos debido a la magnitud que representa; una que para muchos apenas apunta a las ventajas obvias, pero apenas en el sentido de beneficios muy localistas. Lo interesante es advertir los beneficios regionales y desde luego, hacia la economía nacional. En esta entrega trataremos de analizar los alcances en términos regionales y de sustentabilidad.
En principio, resulta fundamental entender el término “Desarrollo Sustentable”, o sostenible. La visión cortoplacista y “light” del término, apunta a, “satisfacer las necesidades de la sociedad actual sin comprometer la estabilidad del futuro”, concepto que apuntaría a buscar mejores alternativas de desarrollo disminuyendo el impacto ambiental; pero esto no es más que una parte y en términos de la corrupción, ni siquiera ello estamos cumpliendo.
El desarrollo Sustentable por el contrario, “implica una importante relación entre diferentes áreas de una comunidad en las que se relacionan los aspectos culturales, económicos, sociales y ambientales, todo esto, enmarcado en una visión democrática y participativa”. Es decir, si no se atienden aspectos de desarrollo económico en beneficio de las comunidades vecinas (política de desarrollo regional), por ejemplo, el tema de la migración laboral, con todas sus consecuencias en lo social, cultural y de seguridad pública seguirán agravándose; hay que entender que justo en el derecho humano que nos asiste a todos los mexicanos, la búsqueda de una actividad que mejore las condiciones de vida de un individuo o una familia propician la migración y el aceptar una actividad remunerativa, aunque la política de la corrupción sólo les deje ante la alternativa (productiva aun así), de la delincuencia.
Si comenzamos por cancelar las canonjías y monopolios en materia de transporte, desarrollo de actividades alternativas, entre otras, estaremos disminuyendo la fuerza de muchos delincuentes organizados; el tema es ofrecer a quien lo requiere, empleos dignamente remunerados, aún en su propia comunidad, a fin de que dejen la alternativa de la delincuencia, justo como lo ha propuesto Andrés Manuel; esta visión de largo plazo, largos alcances; es simple advertirlo; la falta de desarrollo en muchas comunidades indígenas del estado de Chiapas, propicia que una runfla de gente sin escrúpulos las traiga a Playa del Carmen o Cancún a explotarlas laboran, sexual, como pequeños traslados de droga, entre muchos otros asquerosos objetivos.
El Tren Maya en números
Para darnos una idea de lo que aquí planteamos. El estado de Quintana Roo recibió durante 2017, 17 millones 146 mil 971 visitantes, de los que, 11 millones 522 mil 815 corresponden a turistas de pernocta; 5 millones 099 mil 309 de cruceristas, y por el cruce fronterizo Belice-México, 567 mil 847. El destino más numeroso para estos visitantes, lo representa el turismo de “Sol y Playa”, debido a que seguimos carentes en el tema del desarrollo del turismo alternativo y esto, nos está representando ya bajas considerables en el número de visitantes, debido a las terribles consecuencias de la contingencia del arribo de sargazo; si a ello sumamos los índices de violencia en los principales destinos del norte del estado, la situación se agrava con cada día que pasa.
Si a ello le sumamos el hecho de que el traslado de turistas sólo lo podemos hacer a través de una carretera que ha resultado insuficiente y corta en su planeación, la fotografía de la situación actual comienza a tomar lógica; mover tan sólo a los 11 millones 522 mil 815 turistas de pernocta resulta en una tarea cada vez más compleja, pero además peligrosa; la carga vehicular de esta zona considera además a 100 mil trabajadores directos de las zonas hoteleras del norte del estado.
La creación de este Tren que parte de Cancún, recorre la mayor parte del estado y enlaza a las entidades de Yucatán, Campeche, Chiapas y Tabasco, hará realidad aquéllos proyectos que sólo se quedaron en el discurso desde la década de los 80, es decir, el proyecto del Mundo Maya que en lo interno apuntaba justo a involucrar a los estados vecinos, pero que en una de sus descripciones llegó a incluir a Balice, Guatemala, Honduras y Nicaragua, pero pura saliva, nada de realidades; estos desplantes del “descubrir el hilo negro” se presentaron con bombo y platillo en las principales ferias internacionales de turismo como el FITUR de España, el Tianguis Turístico de Acapulco, el ITB de Berlín, entre otras.
Tan solo para el estado de Quintana Roo, trasladar de manera segura, mucho más rápida y eficiente a los turistas hacia la zona centro y sur de la entidad, apunta de inicio a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, pero, adicionalmente a ello, contra con un tren de estas características permite contar con un plan mucho más eficiente para movilizar a miles de turistas de todo el estado hacia el Aeropuerto de Cancún, en caso de contingencia como lo es la amenaza de un huracán.
En los hechos, Cancún seguirá siendo la puerta de entrada más importante al Mundo Maya y al mismo tiempo, el punto de partida más eficiente y cómodo hacia el resto de la región que seguirá siendo mientras no se desarrolle el aeropuerto de la Riviera maya que será tema de otra entrega el aeropuerto de Cancún .
El Desarrollo Regional
Cada uno de los puntos de escala del proyecto se convertirán al mismo tiempo en punto de dispersión local de la actividad turística; el Mundo Maya no sólo son sus vestigios arqueológicos; es su gastronomía única en el mundo, su cultura, senderos interpretativos, su fauna y flora, la posibilidad de desarrollar actividades de turismo de aventura, entre otros aspectos que tienden a ser el nuevo aspecto buscado por el turismo internacional, principalmente el europeo; es decir, cada escala que haga el Tren Maya se convierte en el detonador de la microeconomía y fomenta la permanencia de sus habitantes quienes encontrarán en el turismo alternativo, una opción de desarrollar una actividad laboral o de micro-inversión.
Un hecho histórico.
El paisaje geográfico de la región que cubrirá este Tren, apenas describe la zona norte del Mundo Maya, no debemos olvidar que la cultura tuvo injerencia en el sureste de México, todo Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras y Nicaragua, hasta donde, dicho sea de paso, también llegó el Anáhuac (Nicanahuac: ‘hasta aquí llegó el Anáhuac’). El interés de desarrollar al mundo Maya no sólo es un tema de interés regional, es también un tema de seguridad nacional para Estados Unidos; la única manera de aminorar el arribo de migrantes dentro de sus fronteras, es permitiendo el desarrollo económico regional; una buena alternativa, que no la única, es ésta, el desarrollo del turismo Maya, cabe mencionar que la coordinación y pieza clave para que se lleve acabo este magno proyecto será Rafael Marin Mollinedo hombre de todas las confianzas de nuestro virtual presidente.