CANCÚN.- Mientras a nivel nacional e incluso global los gobierno han desmantelado prácticamente el “Estado de bienestar” propiciando un acrecentado individualismo así como medidas punitivas y judiciales para dar seguridad, el Gobierno de Quintana Roo dio un viraje hoy a su lucha contra la inseguridad y lanzó como estrategia central un Modelo de Prevención que estará a cargo del gabinete social y no, como venía sucediendo, del gabinete de seguridad y gobierno.
Desde los años 70 del siglo pasado las reformas y las políticas públicas se han encaminado a desaparecer el “Estado de bienestar” debido a la carencia cada vez mayor de recursos y al crecimiento de la población mundial; eso ha generado que el mundo sea visto desde un enfoque global, se rompan los tejidos de cohesión comunitaria, se acreciente el individualismo, aumente la competencia, la violencia urbana y la inseguridad.
“En Quintana Roo una de las afectaciones más dolorosas de la armonía social, es la inseguridad en que vivimos; por eso estamos enfrentando causas y efectos al mismo tiempo”, señaló el gobernador Carlos Joaquín al presentar esta estrategia que busca reconstruir el tejido social deteriorado por factores estructurales como la falta de cultura de legalidad, la corrupción y la delincuencia.
Carlos Joaquín apuntó que la ciencia criminal ha establecido desde años que el delito está influenciando por motivos individuales y por el entorno social que crea las condiciones para la comisión de los delitos. “Es decir”, reiteró, “por aspectos individuales y sociales pero aún con la evidencia científica, se ha hecho caso omiso de estos factores”.
Hasta el momento el delito, su existencia, reacción y sanción se asocian con dos sistemas: el policiaco y el judicial. “No se contempla nada dentro del sistema social; se responde a fenómenos humanos con medidas punitivas y judiciales que frustran la posibilidad de que la política de prevención impacte favorablemente en el bienestar de la ciudadanía”, dijo el gobernador durante el lanzamiento del Modelo de Prevención en la explanada de la Universidad del Caribe.
Frente a titulares del gabinete, Fiscalía, corporaciones de seguridad pública, presidentes municipales, diputados y ciudadanía, indicó que uno de los problemas centrales para enfrentar la inseguridad es que no se concibe la importancia estratégica de la prevención de la violencia, desorden y delincuencia.
“Yo lo tengo muy claro”, dijo, “mientras estén mejor las condiciones de cohesión y desarrollo social de la comunidad, menos desigualdad y menor actividad delictiva se reportará”.
Esta estrategia “reconoce la complejidad del reto, sabe que es multifactorial y multidimensional. Ello implica trabajar juntos, los presidentes municipales son clave para el éxito, debemos fortalecer la coordinación entre el estado y los municipios. Ensanchemos todos los canales de la participación ciudadana. En una visión de equipo, no importa quien mete el gol, sino que se consiga el resultado. Necesitamos abatir la inseguridad en todos los frentes”, convocó el gobernador.
El Modelo de Prevención Quintana Roo propone que, además de proteger a las personas, es necesario que la política de prevención desarrolle capacidades individuales y comunitarias, a través de fortalecer la autorregulación del individuo y la familia, la regulación social y la toma de decisión de la ciudadanía, por medio de información y herramientas para desarrollar hábitos seguros, desalentar conductas de riesgo y aumentar su resistencia a involucrarse en actos violentos e ilegales.
La autorregulación es la contención individual que regular la propia conducta; y la regulación social es la contención social que emana de la ciudadanía. Ambas están fuertemente asociadas con la cultura de legalidad. En gobiernos autoritarios, la ciudadanía no desarrolla mecanismos de autorregulación, ni de regulación social, porque el gobierno es quien regula la conducta. Quintana Roo avanzará mediante esta estrategia hacia el desarrollo y fortalecimiento de estas herramientas.