BUENOS AIRES.- El sistema de corrupción imperante en Argentina entre políticos y empresarios quedó al descubierto de manera insólita gracias a los cuadernos en los que un chofer llevó el registro pormenorizado del traslado de sobornos en efectivo.
El escándalo, que fue revelado por el diario La Nación, provocó ya la detención de 12 acusados, de los cuales seis son exfuncionarios de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, y el resto, empresarios que fueron beneficiados con millonarios contratos de obra pública.
En total, son 36 las personas que podrían terminar involucradas en un caso que aquí ya se compara con el “Lava Jato”, la investigación que puso al descubierto los mecanismos de la corrupción en Brasil.
Esta es la primera vez en Argentina que una causa por corrupción permite la detención de tantos imputados, entre ellos políticos que perdieron el poder e influyentes empresarios que solían ser cobijados por la impunidad.
Además, el caso también llega hasta los escalafones más altos de la política, ya que entre las empresas sospechosas de haber participado del circuito de sobornos se encuentra una que fue propiedad de la familia del presidente Mauricio Macri.
A ello se suma el hecho de que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ya enfrenta otras causas judiciales, será indagada el próximo 13 de agosto.
Lo más probable es que, después de su declaración, el juez Claudio Bonadío la termine acusando de formar parte de una asociación ilícita que permitió el desvío de millones de pesos del presupuesto público.
La historia comenzó en enero pasado, cuando un periodista del diario La Nación recibió ocho cuadernos escritos por Oscar Centeno, quien durante una década fue chofer de Roberto Baratta, quien fue secretario del Ministerio de Planificación durante los 12 años de gobiernos kirchneristas.
Baratta era el principal colaborador de Julio de Vido, el poderoso exministro de Planificación que estaba a cargo de los contratos de obras públicas y quien ya está preso por otras causas judiciales.
Lo que Baratta no sabía era que su chofer llevaba un registro pormenorizado de los sitios a donde lo llevaba, con quiénes, en qué horario y, sobre todo, qué trasladaba.
En una especie de “diario de la corrupción”, el chofer anotó los bolsos con dinero en efectivo que Baratta recogía en empresas que habían recibido contratos de obras por parte del gobierno, y que luego llevaba a Kirchner.
Cuando el expresidente murió, según las anotaciones de Centeno, los presuntos sobornos fueron entregados entonces a Fernández de Kirchner tanto en la residencia presidencial de Olivos como en su casa particular en Buenos Aires.
El dinero también era entregado al propio De Vido e incluso Baratta se quedaba con su parte, siempre de acuerdo con los escritos del chofer que está a punto de convertirse en un testigo arrepentido para develar aún más detalles de la corrupción enraizada en el país sudamericano.
Los doce detenidos empiezan a declarar ante la justicia argentina
La justicia argentina comenzó este jueves a escuchar los testimonios de los doce arrestados por supuestos sobornos que involucran a exfuncionarios y empresarios y salpican a la expresidenta Cristina Kirchner y a una empresa vinculada a la familia del presidente Mauricio Macri.
La justicia analiza el contenido de ocho cuadernos escolares, en los cuales se supone que el chofer de un exfuncionario registró presuntos retiros y entregas de bolsos con dinero entre 2005 y 2015, años en que gobernaron el ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015).
El chofer Oscar Centeno está entre la docena de apresados y declaró este jueves ante el juez Claudio Bonadío en una causa que está bajo secreto de sumario.
Fuentes judiciales citadas por la prensa indicaron que el sujeto optó por declarar en calidad de arrepentido.
Según la Fiscalía argentina, se habrían movido “unos 160 millones de dólares en efectivo” en bolsos, provenientes de sobornos que empresarios entregaban a cambio de la adjudicación de obra pública.
Los cuadernos que dieron origen a la causa fueron entregados por una fuente reservada a un periodista del diario “La Nación” que los aportó a la justicia.
La expresidenta y actual senadora Kirchner fue citada a indagatoria el próximo 13 de agosto por el juez Bonadío, aunque no se especificó si en calidad de testigo o de imputada.
Su domicilio en capital federal figura en las anotaciones del chofer.
La justicia investiga bajo la hipótesis de asociación ilícita en una causa donde se esperan más arrestos.
Las detenciones realizadas en la madrugada del miércoles incluyen a Roberto Baratta, exsecretario de coordinación del extinto Ministerio de Planificación Federal.
También fueron arrestados los empresarios Gerardo Ferreyra, de la constructora Electroingeniería, y Javier Sánchez Caballero, exgerente general de IECSA, la constructora que pertenecía a Ángelo Calcaterra, primo del presidente Macri, que provenía del grupo Socma (Sociedad Macri).
“Jamas pagué coimas (sobornos). Esto es un circo mediático”, se defendió Ferreyra este jueves cuando fue trasladado esposado para declarar ante el juez.
Otro de los detenidos a disposición de la justicia es el exsubsecretario legal de Planificación Federal, Rafael Llorens y el expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, el empresario Carlos Wagner. (FUENTE: AGENCIAS)