LEÓN GUANAJUATO.- La crisis por la falta de combustible, fenómeno que ha afectado a varias regiones del país en las dos semanas recientes, se hizo presente en la ciudad de León, y en todo el corredor industrial de Guanajuato.
La mayoría de las gasolineras se quedaron sin gasolina y ello se convirtió en un calvario para los automovilistas, como lo comenta José Limón:
“…Pues muy mal, porque nosotros que venimos de paso padecemos por la falta de gasolina, ya casi no traía yo gasolina y vengo batallando casi desde el centro”.
De acuerdo con un reporte en la entidad, el desabasto comenzó desde la tarde del jueves y se prolongó durante toda la mañana del viernes en varios puntos de venta de diferentes municipios.
Las autoridades han argumentado que las razones son principalmente el robo de hidrocarburos, lo que provoca la escasez en Terminales de Abastecimiento y Reparto (TA) de Petróleos Mexicanos de cinco entidades del país: Puebla, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Querétaro.
En estos cinco estados, donde la petrolera reportó falta de producto “por intermitencia en poliductos” o por “suspensión permanente de Poliducto” los primeros días de diciembre —de acuerdo con documentos que Excélsior tiene copia— se concentró 48% de las tomas de hidrocarburos clandestinas en México durante 2018.
Puebla, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Querétaro sumaron cinco mil 497 tomas clandestinas de las 11 mil 240 registradas por Pemex de enero a septiembre de 2018.
Este desabasto reportado por Pemex en las TA como “intermitencia” o “suspensión permanente de Poliducto” se origina cuando la petrolera, al detectar tomas clandestinas, debe bajar la presión de los ductos o cortar el flujo de los hidrocarburos para poder reparar los daños provocados por las perforaciones de los huachicoleros.
Por ejemplo, en Puebla, la falta reportada por Pemex en su TA incluyó gasolinas Premium, Magna y Diesel.
El robo de combustible está haciendo mella en Petróleos Mexicanos, llegando a generar unas pérdidas que rondan los 30 mil millones de pesos tan sólo en un año (2017), según declaró en abril pasado Carlos Treviño, director general de Pemex, durante la administración de Enrique Peña Nieto.
“La situación actual llega hasta tal punto, que esta actividad ilícita se ha convertido en uno de los principales ingresos económicos de los grupos del crimen organizado y la principal actividad para la delincuencia común”, aseguró José Ignacio Montero Viera, entrevistado por Excélsior y autor del estudio Expansión del robo de combustible en México: de actividad delictiva a fenómeno criminal, publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa de España.
En estados como en Querétaro, los propios gasolineros han denunciado ante la prensa, que entre las causas del desabasto de combustibles en las estaciones de servicio se encuentra el robo de hidrocarburos.
“Las tomas clandestinas que hay en los ductos de Pemex ha provocado que no operen de manera regular y eso ha generado que no recibamos el producto en la Terminal de Abastecimiento y Reparto de Querétaro”, afirmó Enrique Arroyo Enzástiga, gerente de la Unión de Estaciones de Servicio de Querétaro, a finales de octubre a medios locales.
Mientras en 2013 las tomas clandestinas se registraban apenas en nueve estados, para 2018 éstas ya se contabilizaban en 26 entidades, según datos de Pemex.
“En México, el robo de combustible se ha expandido por todo el país en los cinco últimos años. Si bien este delito se limitaba a ciertos estados, especialmente los productores de petróleo, industriales o que albergaban infraestructura vital de Pemex o que están especialmente bien comunicados por carretera como: Tamaulipas, Veracruz o Puebla, en la actualidad esta problemática afecta a estados tan variopintos que van desde Chiapas a Baja California”, explicó José Ignacio Montero.
Sin embargo, a estos cinco estados, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Querétaro, se suman Oaxaca, Nuevo León y Chihuahua, pues de acuerdo con la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros, algunas estaciones de servicio comenzaron a dosificar la venta a solo 10 litros por vehículo, ante el desabasto de gasolinas y diésel, principalmente en Michoacán, Jalisco, Querétaro, Chihuahua, Nuevo León, Oaxaca y Puebla. (FUENTE: EXCÉLSIOR)