JUICIO CRÍTICO
Por Alfonso Castro Palacios
A “CHANITO” NO LE GANA EL EGO
Dice José Luis Toledo Medina, “Chanito”, que no le gana el ego.
Dejando a un lado el protagonismo político en el próximo proceso electoral, el ahora dirigente estatal de Movimiento Ciudadano (MC) en Quintana Roo se plantea como principal propósito el que las ideas y visión de hombres y mujeres de la entidad puedan llevarse al Congreso local.
A pesar de ser un político joven, el paso de José Luis Toledo por la política quintanarroense ha sido nutrida, trascendente e incluso, polémica. Primero, -desde las filas del PRI- fue tesorero de Solidaridad, diputado local y después, federal. Ya con 34 años de edad, se perfiló como uno de los favoritos para encabezar la candidatura a la gubernatura del estado en el 2016, misma que finalmente obtuvo Mauricio Góngora Escalante, hoy recluso en un penal estatal por el desvío de más de 750 millones de pesos cuando fungió como secretario de Finanzas en la administración de Roberto Borge Angulo.
Ante el desaire que ello significó para un ambicioso “Chanito”, éste decidió no sólo ausentarse del escenario político del estado durante varios meses, sino también del círculo cercano de un Roberto Borge que ya arrastraba varios señalamientos de corrupción y una derrota histórica en las urnas, quedando electo el actual gobernador Carlos Joaquín González, quien –para su infortunio- había prometido investigarlo y aplicar justicia. Y así lo hizo.
Toledo Medina, que no dejó de ser respaldado por la simpatía de seguidores que lo querían candidato, aunque también perseguido por el fantasma del borgismo, atravesó ahí por una metamorfosis que lo llevó a renunciar al priísmo y, en el año 2018, a buscar la presidencia municipal de Benito Juárez con la alianza PAN-PRD-MC. Tras una dura batalla legal por un requisito de residencia que le impedía obtener su candidatura, el veredicto le desfavoreció, por lo que quedó fuera de la contienda, dejando prácticamente vía libre a la actual alcaldesa Mara Lezama, pues era considerado el único aspirante que podía generarle un contrapeso a ella y al efecto López Obrador que se imponía en todo el país.
La “terquedad” y combatividad que –dice él mismo- lo caracteriza, lo llevó a seguir buscando espacios para poder expresar sus ideas y llevar cabo su proyecto. En diciembre del pasado año, le fue confiada la dirigencia de Movimiento Ciudadano en Quintana Roo. La búsqueda de “un estado más libre, más independiente y sobre todo, un estado que siempre avance y se edifique hacia mejores días”, fue su consigna.
Hoy, a meses de que arranque el próximo proceso electoral, ha puesto sobre la mesa del ‘movimiento naranja’ una nueva propuesta: que sean las voces ciudadanas el estandarte y principal valor del proyecto que timonea. Es por ello que ha lanzado una convocatoria para que hombres y mujeres se sumen y participen como candidatos en las próximas elecciones locales. A la que muchos –por supuesto- ya han alzado la mano.
Si bien no oculta sus intenciones por contender por el Distrito X, tiene la firme convicción de que solo se llega más rápido, pero en equipo, más lejos. Y está seguro de que no hay mejor equipo que ‘los de a pie’; aquellos que viven en carne propia y sufren las consecuencias de malos gobiernos, y a quienes nadie había tomado en cuenta para ser los actores políticos y agentes de cambio en un Quintana Roo necesitado –precisamente- de eso: figuras a las que les gane más la empatía y solidaridad, que su propio ego.