CIUDAD DE MÉXICO.- Una jornada de “tensión” vivió ayer la economía de México, luego de que Standard & Poor’s (S&P) pusiera en perspectiva negativa la calificación de más de 80 empresas, entre privadas y del Estado, ante el mismo ajuste en la nota soberana nacional que fue anunciado el pasado viernes.
La calificadora había advertido que las nuevas políticas del gobierno federal, en donde se contempla una menor participación de la iniciativa privada en el sector energético y otros proyectos, han llevado a una caída en la inversión y la confianza.
Ante ello, ayer Pemex vio degradada en el mismo sentido su nota, por lo que está a sólo dos escalones arriba del grado de especulación, a la cual se pueden acercar si le bajan la nota.
“Las mayores asignaciones presupuestales para Pemex en 2019 y las recientes declaraciones públicas del gobierno federal asegurando que la empresa cumplirá de manera puntual con todas sus obligaciones financieras, refuerzan nuestra evaluación de una probabilidad casi cierta de respaldo extraordinario de parte del gobierno mexicano si la empresa afronta dificultades financieras. Por lo tanto, las calificaciones de Pemex continúan reflejando las de México”, detalló S&P.
Además de Pemex, la agencia calificadora puso en perspectiva negativa la calificación de Comisión Federal de Electricidad, 77 instituciones financieras, dos empresas de infraestructura carretera, tres empresas privadas de consumo y 7 aseguradoras.
Ante este escenario, el gerente de análisis económico de Banco Ve Por Más, Alejandro Saldaña, dijo que si bien este ajuste era esperado por los mercados, ante las advertencias de las calificadoras de señales encontradas en las primeras decisiones del gobierno sobre el apoyo para Pemex e incertidumbre percibida por los inversionistas, de concretarse una baja en la calificación de México se vería mayor volatilidad en el tipo de cambio, entre otros efectos.
“Si hay un movimiento en la calificación del país sí veríamos una reacción más acentuada. Podríamos ver presiones al alza en el tipo de cambio, también en rendimientos del bono a 10 años y otros plazos del gobierno federal y ajustes negativos en el mercado cambiario”, dijo.
Los especialistas coincidieron en que este año México no va a perder el grado de inversión, pero es muy probable una reducción en la calificación. (FUENTE: VANGUARDIA)