CIUDAD DE MÉXICO.- En el reciente informe de los primeros 100 días de su administración, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aseveró que continuará con dos megaobras que dejó inconclusas el Gobierno anterior y cuyos costos se duplicaron.
Se trata del Tren interurbano México-Toluca y la Línea 3 del Tren ligero de Guadalajara.
“Hemos decidido priorizar y elaborar un programa multianual para asignar recursos y concluir las obras –incluidos los trenes– a lo largo del sexenio”, dijo en su discurso del pasado 11 de marzo.
Para terminar las megaobras de trenes que se iniciaron en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la administración actual requerirá de casi 30 mil millones de pesos, de los cuales este año se etiquetaron 4 mil 500 millones en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Para el Tren México-Toluca originalmente se estimó un presupuesto de 38 mil millones de pesos, pero a la fecha se han ejercido alrededor 45 mil millones de pesos, aunque todavía faltan entre 18 mil y hasta 25 mil millones de pesos para terminar el proyecto, lo que significa que al finalizar la obra habrá costado hasta 84 por ciento más de lo previsto inicialmente.
Aunque para el Tren de Guadalajara se programaron 17 mil millones de pesos, se han gastado 26 mil 500 millones y se necesitarán 4 mil 500 más para terminarlo, por lo que su costo aumentará 76.4 por ciento para llegar a 31 mil mdp.
Expertos apuntaron que ambos casos ejemplifican la falta de planeación y de proyectos ejecutivos antes de iniciar las obras.
Además, el Gobierno delegó esta responsabilidad a los contratistas, lo que generó sobrecostos y retrasos en entrega.
“El Tren interurbano y el de Guadalajara son proyectos necesarios. El problema con la infraestructura es que si no lo acabas te sale a veces más caro”, explicó Eduardo de la Peña, socio de Infraestructura de Deloitte.
Por su parte, Ignacio García de Presno, socio de Infraestructura de la empresa de consultoría KPMG, refirió que la agenda política interfiere con la técnica, lo que eleva el costo de las edificaciones.
Tren de Guadalajara
Este proyecto se prevé que dará servicio a 233 mil personas al día en 18 estaciones que recorrerán Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque. La obra lleva 5 años de construcción con un avance del 96 por ciento.
Mota-Engil, Grupo Promotor de Desarrollo e Infraestructura, Trena y Sacyr construyeron el Viaducto 1 que ya está finalizado, lo mismo el Viaducto 2 a cargo de Mota-Engil y Constructora RAL de Occidente.
En tanto, Constructora de Proyectos Viales de México, filial de la española OHL, trabaja en las obras finales del túnel.
En noviembre de 2018, la Secretaria de Comunicaciones y Transporte (SCT) admitió fallas en los amortiguadores que evitan que las vibraciones al paso del tren dañen las columnas y tendrán que sustituirse.
Por separado, AMLO refirió que la obra de este tren es prioritaria, por lo que reunirá los recursos para que opere en enero de 2020, sin embargo, el PEF 2019 apenas destinó mil millones de los 4 mil 500 millones que necesita.
Tren Interurbano México-Toluca
El Tren México-Toluca, que conectará Zinacantepec con Observatorio en 6 estaciones y dará servicio a 230 mil personas al día, lleva casi 5 años en construcción, con un avance de 85 por ciento y una fecha incierta de entrega.
Este proyecto se dividió en 3 tramos. El primero, que va de Zinacantepec a Lerma, ya se concluyó y lo construyó La Peninsular, filial de Hermes, y Constructora de Proyectos Viales de México.
El túnel que está a cargo de ICA y Cotrisa, una de sus subsidiarias, está por finalizarse.
El último tramo, que va de Santa Fe a Observatorio, tiene poco avance, pues la falta de derechos de vía, conflictos sociales y el mal trazado detuvo los trabajos de Equivent, subsidiaria de Pinfra, y el consorcio integrado por Gami, de Grupo Indi, Idinsa y Jaguar Ingenieros.
López Obrador explicó que este proyecto se terminará en su sexenio y este año se destinarán 3 mil 500 millones de pesos.
“Además de todos los problemas técnicos, fue evidente que no le destinaron los recursos necesarios al final de la administración para concluirlo y el avance es muy pobre para el tiempo de construcción”, aseguró García de Presno.
De acuerdo con un estudio del IMCO, la obra dejó de ser socialmente rentable cuando su costo aumentó 25 por ciento, aunque esta alza es ahora de 118 por ciento. (FUENTE: EL FINANCIERO)