CANCÚN.- Casi por cumplirse el medio año de la nueva administración federal, hay muchas promesas pendientes y más acciones que han perjudicado en lo inmediato a Quintana Roo con la desaparición de la promoción turística en el extranjero, el recorte más grande que se haya dado hasta el momento en la protección del patrimonio natural, el retiro del 70% de las fuerzas federales para desplazarlas al centro del país, la postergación de la zona libre, la cancelación de pases a ciudadanos beliceños y la reducción de la Secretaría de Turismo a niveles operativos similares a los de 1993, con tan solo ocho empleados que se han mudado hasta el momento a Chetumal, donde sería su nueva sede.
Como efecto de una de estas acciones, la cancelación desde principios de abril del pase de
cortesía a ciudadanos de Belice para cruzar la frontera por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), unos 10 mil beliceños dejaron de visitar Chetumal durante la temporada vacacional de Semana Santa, del 15 al 21 de abril, según datos del Consulado de ese país.
Conforme a estas cifras, al mes ingresan a México a través de la frontera sur aproximadamente 30 mil beliceños, de los cuales 21 mil lo hacían mediante pases de cortesía. Por tanto, de no reactivarse estos pases en lo que resta del año, se perderían cerca de 190 mil llegadas con una derrama económica cercana a los 114 millones de pesos, tomando en cuenta que cada beliceño tiene un gasto de 600 pesos durante su estancia, según la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de Chetumal.
La economía de Chetumal depende, en parte, de la visita y derrama económica de los visitantes beliceños pues son los que mantienen un flujo constante aún fuera de temporadas vacacionales. Asimismo, se sostiene del flujo de capital que genera la administración pública, por lo que los chetumaleños recibieron con esperanza el anuncio del traslado ahí de la Secretaría de Turismo (Sectur); sin embargo, hasta el momento sólo se han mudado ocho personas y la nueva estructura de la dependencia, que se registrará a más tardar el 30 de abril ante la Secretaría de la Función Pública, determina que operará con sólo 174 funcionarios en el organigrama presupuestal.
En su columna Suite Presidencial de este miércoles, Edgar Morales señala que este recorte haría una secretaría del mismo tamaño que en la era salinista. “Cuando Pedro Joaquín Coldwell tomó la estafeta a Carlos Hank González en la Sectur, la estructura era similar y estaba apuntalada por dos subsecretarías: la de Operación y la de Promoción, además de la Oficialía Mayor. Para restar costo, desaparecieron las delegaciones en 1993.
“Hoy la oficina que tendrá más gente a su servicio, será la del secretario Miguel Torruco con 67 personas; le sigue la subsecretaría de Desarrollo y Regulación Turística a cargo de Humberto Hernández Haddad con 63 colaboradores. El riesgo que observo es que la Sectur queda tan frágil que, con cualquier crisis, pueda volar a la Secretaría de Economía que lleva Graciela Márquez y la integren como la décima dependencia”, mencionó Morales.