MÉRIDA.- El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán, Luis Felipe Saidén Ojeda, tiene lista su salida de la corporación estatal.
Será en los próximos días cuando el jefe de la Policía Estatal deje el cargo que le fue encomendado durante 17 años en tres gobiernos priistas.
Saidén Ojeda ya había presentado su renuncia en dos ocasiones: la primera al término de la administración de Ivonne Ortega Pacheco, pero fue ratificado a petición de su sucesor Rolando Zapata Bello, y la segunda, cuando llegaba a su fin la gestión del hoy llamado el peor gobernador de Yucatán.
Fue producto de las negociaciones entre los grupos de poder en Yucatán que se decidió mantener al jefe policiaco con el cambio de partido en el gobierno.
El propio Mauricio Vila Dosal, como gobernador electo, solicitó a Saidén Ojeda su permanencia como titular de Seguridad Pública al menos durante el primer semestre de su sexenio.
Saidén Ojeda aceptó seguir a cargo de la Policía Estatal durante seis meses más.
Lo reemplazará el veterinario Javier Medina Torre, quien fue el encargado de la seguridad de Yucatán durante el primer gobierno panista con Patricio Patrón Laviada.
Se espera como el primero de los cambios que realice el gobernador Mauricio Vila, pues se ha hecho una revisión en la estructura del Gobierno y ha trascendido que habrá algunos “ajustes”.
Saidén Ojeda estaba inconforme por continuar en el cargo con el gobierno actual del PAN, pero aceptó permanecer “por el bien de Yucatán” y a petición expresa de los grupos que manejan el capital y los negocios en la entidad.
En la corporación policial es conocido entre mandos superiores y medios que “el jefe ya se va” y realizan algunos reacomodos en sus filas para mantener la “línea de mando”.
Los afines al policía pupilo del extinto gobernador Víctor Cervera Pacheco anticipan un incremento en la ola criminal en la entidad, derivado del acomodo de las fuerzas delictivas que esperan su retorno como en años de los hermanos Patrón Laviada.
Fue con Patrón Laviada y Medina Torre, al principio del gobierno del PAN, cuando fue ejecutado el diputado Pánfilo Novelo Martín, apreciado mentor de Valladolid quien comenzó a denunciar el abierto narcotráfico en el oriente del estado.
Ese crimen nunca se aclaró, pero fue atestiguado por dos campesinos que identificaron a los elementos de fuerzas oficiales cuando abrían fuego contra el legislador, su hijo y su asistente en la autopista Valladolid-Mérida, versión que en su momento fue valorada por el fallecido empresario don Andrés García Lavín, uno de los concesionarios de esa vía.