BIARRITZ.- Los líderes de las siete potencias económicas del mundo ( Canadá, Alemania, Japón, Reino Unido, Italia, Francia y Estados Unidos) se reunieron este fin de semana en Biarritz para hablar entre todos y también para sostener encuentrosbilaterales. Allí, Donald Trump se entrevistó con Boris Johnson, con Shinzo Abe, con Emmanuel Macron y también con Angela Merkel.
En el mano a mano entre la canciller alemana y el presidente republicano, el exmagnate contó que pronto viajaría a Alemania, invitado por el Bundestag (el Parlamento), y al cerrar la declaración, en conferencia de prensa, pronunció una frase que sorprendió a todo. Incluso a Merkel.
“Estaremos allí. Estamos muy honrados por la invitación. Estaremos allí, quizás pronto”, dijo y lanzó: “Tengo alemán en mi sangre”. Merkel no pudo controlar su reacción y largó una carcajada en silencio que si bien no se hizo voz se notó en su cuerpo.
Trump es nieto de alemanes. Su padre Fred, nacido en Estados Unidos, fue hijo de un matrimonio de inmigrantes, Elizabeth y Frederick, que escaparon de Alemania a fines del 1800.
El mejor MOMENTO de la relación BILATERAL Alemania – EE.UU. en el segundo 0:36 del video de aquí abajo 👇🏼😂😂😂😂😂😂😂#TeAmoMerkel pic.twitter.com/U89zdVoQO5
— Risco (@jrisco) 27 de agosto de 2019
Una cumbre sin sobresaltos
Tras la polémica generada en el encuentro del año pasado, cuando Trump se fue de Quebec antes de tiempo y sin consensuar el documento final, el presidente de Estados Unidos aseguró ayer que el grupo G-7 está unido y marcó como punto central la mirada sobre Irán y el objetivo común de garantizar que ese país no adquiera el arma nuclear.
“Hay una gran unidad”, dijo Trump, al lado de la canciller alemana. “Hemos llegado más o menos a una conclusión”, aseguró mientras que Merkel añadió que las negociaciones “avanzaban lentamente”. (FUENTE: EFP)