BOLIVIA.- El expresidente boliviano Carlos Mesa pidió este jueves al Gobierno de México que no permita que Evo Morales siga haciendo declaraciones políticas y promoviendo “violencia” mientras está asilado en el país norteamericano.
¿Cómo es posible que México, un país que tiene una tradición histórica de asilo, y que le ha dado asilo y hasta ahí no hay nada qué decir, le permita a Morales declarar políticamente, hacer acusaciones, participar en la política boliviana, promover la violencia y la división?”, dijo Mesa a los medios en La Paz.
El también historiador y excandidato de la alianza Comunidad Ciudadana de Bolivia recordó que uno de los elementos “fundamentales” del asilo político es la obligación del asilado “de no hacer declaraciones ni hacer ningún tipo de participación política directa o indirecta de ninguna clase”.
Carlos Mesa pidió al Gobierno de México “que respete su propia tradición histórica” y “no le permita a Morales seguir haciendo una política destructiva, divisionista y de confrontación” en Bolivia.
En la misma línea se pronunció el miércoles en la noche el senador Yerko Núñez, tras ser designado ministro de Obras Públicas por la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez.
Hay que hacer conocer al Gobierno mexicano, eso no puede estar sucediendo. El expresidente está asilado, no puede hacer ningún comentario. Entonces vamos a hacer las representaciones que corresponden por medio seguramente de la Cancillería”, dijo Núñez.
Desde que se fue a México tras anunciar su renuncia a la Presidencia boliviana, Evo Morales, asilado ahora en ese país, ha estado muy activo en redes sociales, ha dado ruedas de prensa y ha concedido entrevistas a medios mexicanos y de otros países.
Su salida agravó la crisis que se desató tras las elecciones generales del 20 de octubre por denuncias de la oposición de un fraude a favor de la reelección de Morales para un cuarto mandato consecutivo hasta 2025.
Una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) al proceso electoral detectó “serias irregularidades” y recomendó realizar nuevos comicios.
Las protestas, que inicialmente fueron en contra de Morales y ahora las protagonizan sus sectores afines, han dejado doce muertos, 508 heridos y 460 detenidos en distintos incidentes en veinticinco días de manifestaciones, según datos de la Defensoría del Pueblo.
(FUENTE: EFE)