CANCÚN.- El gobierno de Quintana Roo dio prioridad en su presupuesto 2020 a la seguridad y la infraestructura pública como base para sostener las proyecciones de crecimiento en el número de turistas, derrama económica e inversiones que, como en el caso del proyecto Grand Island, someterá a un mayor rigor con el fin de preservar el patrimonio natural de los quintanarroenses y exigir desarrollos sustentables que protejan los recursos en los cuales se basa el éxito turístico del estado.
Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo emitió una opinión técnica en la que señala que el megaproyecto Grand Island es inviable ambientalmente para la zona hotelera de Cancún pues, además de exceder los límites de construcción y sobrecargar la capacidad de servicios y movilidad urbana, pone en riesgo la supervivencia del manglar, ecosistema del cual depende la mayoría de las especies y el cual evita también la erosión o pérdida de playas.
En el mismo sentido de rigor en las inversiones, el Gobierno de Quintana Roo tiene una participación crucial en el tramo Cancún-Tulum del Tren Maya, el más rentable del proyecto y el cual cuenta ya con derechos de vía que no afectan el patrimonio natural ni de las comunidades. Este proyecto vendrá a modernizar y ampliar la conectividad del estado y a diversificar su oferta turística.
En cuanto al Presupuesto de Egresos 2020, de 35 mil 193 millones de pesos, el gobierno estatal destinó 20.5% (el segundo mayor monto después del destinado a educación) para mejorar los servicios e infraestructura urbana y turística, y 11.4% a la seguridad pública (el tercer mayor monto), con el fin de asegurar el crecimiento proyectado en turistas y derrama económica, ofreciéndoles a los visitantes mejores condiciones durante su estancia en la entidad y a los quintanarroenses, mejores condiciones de vida.
En el acumulado anual Quintana Roo espera cerrar, según proyecciones de la Secretaría estatal de Turismo, con un incremento de 5% en el número de visitantes en comparación con los 21 millones 635 mil turistas que recibió en 2018.
Tan sólo en esta temporada vacacional de invierno se prevé la llegada de un millón 379 mil 743 turistas, lo que representa 2.8 por ciento más respecto a 2018. Esta cifra se traduce en un millón 541 habitaciones-noche ocupadas, lo cual representa 1.8 por ciento de crecimiento con respecto al año anterior y mil 400 millones de dólares de derrama económica, 1.8 por ciento de incremento en comparación al mismo periodo de 2018.
La Sedetur estima una ocupación hotelera promedio general en todos los destinos del 81 por ciento.