CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su preocupación y rechazo a la descalificación hacia la consulta del Tren Maya hecha por Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidos al considerar que “prejuzga” sobre hechos futuros relacionados con el proyecto.
“Expresamos nuestra preocupación ante las descalificaciones que han vertido diversos actores, en especial la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH México), pues prejuzgando sobre hechos futuros relacionados con el proyecto de desarrollo, abonan a un clima de incertidumbre y de falta de respeto a la legítima voluntad que han expresado las comunidades indígenas”, expresó.
Por medio de un comunicado, la Presidencia de la República precisó que los estándares internacionales que prevén y garantizan la consulta indígena, fueron los adecuados de acuerdo a las características específicas del Proyecto de Desarrollo Tren Maya.
“La consulta indígena tuvo un carácter vinculante”, así lo anunció el titular del Ejecutivo el 15 de noviembre de 2019, al hacer pública la convocatoria, y ese carácter tuvieron las 15 Asambleas Regionales Consultivas celebradas los días 14 y 15 de diciembre de este año.
“Por ello, es falso que no se haya contemplado obtener el acuerdo o consentimiento de las comunidades consultadas como lo afirma la ONU-DH México. Es aventurado afirmar sin fundamento que las comunidades hayan aprobado el proyecto a cambio de recibir atención a sus necesidades básicas como agua, salud y educación”, sostuvo el gobierno.
Presidencia explicó que en las 30 Asambleas Regionales no hubo una sola manifestación en este sentido, como se podrá observar de las evidencias documentales y videograbaciones de este proceso.
Presidencia señaló que la ONU-DH México pierde objetividad y asume la posición de una militancia social opositora, válida y respetable desde luego, cuyo único resultado satisfactorio habría sido el rechazo del proyecto, lo cual no fue el caso. “Con esta actitud se aparta de su misión de construir las condiciones para el pleno ejercicio de los derechos humanos”, mencionó.
El gobierno federal aseguró que la consulta se sujetó a reglas y principios que privilegiaron la participación de todos.
Señaló que el protocolo y la convocatoria de la consulta, así como el material informativo, se tradujeron en lengua maya, ch’ol, tseltal y tsotsil; fueron ampliamente difundidos y directamente entregados a las autoridades e instituciones representativas de las comunidades indígenas asentadas en el trayecto del proyecto del Tren Maya.
Presidencia señaló que respeta la posición política de las voces contra el proyecto, pero “no compartimos que la descalificación sea el método para posicionar las demandas que dicen abanderar en nombre de sus organizaciones”.
La dependencia aclaró que no existe acuerdo alguno en el que las comunidades y pueblos indígenas autoricen el despojo de sus tierras, la destrucción de su cultura o la devastación del medio ambiente. (FUENTE: EL INFORMADOR)