EL VATICANO.- El Papa Francisco defendió este martes durante la misa de Navidad el amor “incondicional” y “gratuito” por el prójimo, incluso ante las peores conductas como condición esencial para cambiar el mundo y lograr la paz.
“La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor”
“La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor”, afirmó el Papa argentino ante los miles de fieles reunidos en la basílica de San Pedro para la misa de Gallo que conmemora el nacimiento de Jesús.
Con motivo de esa festividad, la segunda más importante del calendario cristiano después de Pascua, el jefe de la Iglesia católica hizo un llamado a la tolerancia, al amor.
“Su amor es incondicional, incluso si tienes ideas equivocadas y que hayas hecho de las tuyas”, explicó.
“Aún en nuestros pecados continúa amándonos. Su amor no cambia, no es quisquilloso; es fiel, es paciente”, insistió.
Francisco pidió a los católicos que sigan su ejemplo y no olviden el sentimiento de “gratitud”, el “saber agradecer”, porque “es la mejor manera de cambiar el mundo”, explicó.
“Convertirse en don es dar sentido a la vida y es la mejor manera de cambiar el mundo: cambiamos nosotros, cambia la Iglesia, cambia la historia cuando comenzamos a no querer cambiar a los otros, sino a nosotros mismos”, dijo.
“Tampoco nosotros podemos esperar que el prójimo cambie para hacerle bien, que la Iglesia sea perfecta para amarla, que los demás nos tengan consideración para servirlos. Empecemos nosotros”, aconsejó el Pontífice.
Francisco, que acaba de celebrar sus 83 años, dirigirá el miércoles su séptimo mensaje navideño “Urbi et orbi” (“a la ciudad y al mundo”) desde la plaza de San Pedro.
En esos mensajes el Pontífice argentino suele lanzar llamados a remediar situaciones de guerra e injusticias y son transmitidos alrededor del mundo. (FUENTE: EFE)