CIUDAD DE MÉXICO.- Doce años antes de que el nieto de José Ángel Ramos Saucedo le robara su arma Glock calibre .40 y matara a la maestra María Assaf Medina y se suicidara en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, la fortuna de ese hombre, su hijo y nuera comenzaron a crecer como la espuma.
La llegada del infante, nacido entre 2007 y 2008, coincide con los reiterados viajes a Argentina de Ramos Saucedo y su hijo.
En esas expediciones comenzó a tejer relaciones con una de las mayores redes de contrabando de drogas entre los dos países, justo en el momento en el que creció la demanda de “cristal” en Estados Unidos y la frontera mexicana.
El abuelo del pequeño conoció entonces al narcotraficante argentino Mario Roberto Segovia, quien se convirtió en uno de los principales importadores a México de precursores químicos tras la captura del empresario chino Zhenli Ye Gon y en el inicio de la “guerra contra las drogas” emprendida por Felipe Calderón.
Todo está documentado en expedientes judiciales contra Segovia, que incluyen datos de la detención de una red de mexicanos dedicados al trasiego de precursores.
Sin embargo, José Ángel Ramos Saucedo nunca fue procesado ni sentenciado por esos delitos.
En cambio, su socio, el narcotraficante argentino, cumple una condena por los delitos de contrabando de casi 300 kilogramos de efedrina ocultos en un cargamento de azúcar.
Segovia comenzó por tejer una relación comercial con sus socios mexicanos para importar a nuestro país los ingredientes de la droga conocida como “cristal”, “ice” o “hielo”.
La confesión del joven Alberto Domínguez Martínez, originario de Durango, radicado en la Causa No. 2560 abierta por el Poder Judicial de la Nación (PJN), con sede en San Martín, Argentina, relata la estructura en la que su “paisano” desempeñaba las labores de jefe y operador financiero en la importación de efedrina.
Según el relato del joven de “origen humilde”, la última vez que vio a Ramos Saucedo fue el 21 de noviembre del 2008, cuando ambos hombres se reunieron para celebrar negocios entre las organizaciones mexicanas y el grupo en Argentina:
“(Mario Segovia) trabajaba para un grupo inversor mexicano que se dedica a las inversiones inmobiliarias en México, y estaban interesados en adquirir propiedades en Argentina, así como a participar en la fábrica de DVD que el empresario pensaba poner en Rosario. Que el dueño del grupo es el señor José Ángel Ramos Saucedo”, señaló una declaración ante la policía Argentina. (FUENTE: PROCESO)