CANCÚN.- En la Argentina pasó por tres controles en los que no se detectaron anomalías. Uno de los pilotos tiene un antecedente sospechoso.
Llegaron el lunes desde México en un jet privado vacío. Aterrizaron en Salta y estuvieron apenas diez horas en el país. El martes a la madrugada partieron de regreso a la isla de Cozumel, sin pasajeros, donde este miércoles los detuvieron con una tonelada de cocaína en la aeronave.
Aldo López Matienzo (51) y Miguel Ángel Blásquez Vallejos (43) son los dos pilotos de nacionalidad boliviana que están acusados de transportar la droga en un avión Gulfstream GLF 3 con matrícula estadounidense. La sospecha es que el avión simuló una «ruta legal» hacia y desde la Argentina para ocultar la maniobra de narcotráfico.
Pero la gran incógnita que intentan resolver los investigadores es dónde y cuándo subieron los 32 paquetes de cocaína al jet. Es que según confirmaron distintas fuentes del caso a Clarín, antes de salir la aeronave fue sometida a tres controles.
Oficialmente el Gulfstream GLF 3 matrícula N18ZL de la ciudad de Cheyenne, en Estados Unidos, hizo el recorrido México-Salta (Argentina)-México. El lunes, alrededor de las 19, aterrizó en el país y apenas llegó a ver el amanecer en el aeropuerto Martín Miguel de Güemes. A las 5 de la madrugada partió de regreso a San Miguel de Cozumel.
Lo llamativo es que el avión, con capacidad para tres tripulantes y 19 pasajeros, vino y se fue solo con los dos pilotos bolivianos. Prácticamente un vuelo fantasma.
En el aeropuerto salteño, hubo tres controles sobre el jet privado. Uno de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que incluyó perros especialmente entrenados para detectar drogas; otro de la Aduana y un tercero por Sanidad de Fronteras. En ninguno de los controles se detectaron anomalías.
Por eso la principal hipótesis de los investigadores es que el avión pudo haber salido de Salta vacío e hizo una parada clandestina en Perú o Bolivia donde cargó la droga. Creen que, como es obligatorio declarar un plan de vuelo antes de partir, eligieron Salta para no levantar sospechas.
«Argentina es una ruta segura. Y Bolivia es un lugar de máxima atención para las autoridades de control de tráfico aéreo», dijo a Clarín un vocero del caso.
Hay otro elemento clave. El Aeropuerto Internacional Martín Miguel de Güemes cuenta con todos los servicios. Está confirmado que antes de partir hacia Cozumel, los pilotos repostaron combustible. Algo que en una pista clandestina es mucho más difícil de realizar. Además, el Gulfstream GLF 3 cuenta con una autonomía de vuelo de 6.600 kilómetros, lo que le permite completar la ruta sin escalas intermedias para cargar nafta. Ahora revisarán los GPS del avión para establecer dónde paró.
Otro dato curioso. En febrero de 2019, uno de los detenidos, Blásquez Vallejos protagonizó un accidente en un campo de Las Conchas, Bolivia. Estiman que ese episodio estaba vinculado a una maniobra de narcotráfico ya que el avión que tripulaba el piloto, de matrícula argentina, había partido de una pista clandestina y cayó a poco de despegar. La aeronave se incendió y Blásquez Vallejos y otro piloto que viajaba con él terminaron internados con heridas de gravedad.
Con la noticia del secuestro de la tonelada de droga en México, las autoridades argentinas iniciaron una investigación. En el caso tomó intervención el fiscal Ricardo Toranzo, de Salta, y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) del Ministerio Público Fiscal de la Nación.
Lo primero que hicieron los investigadores fue revisar los controles de rutina. A priori, en la documentación y las imágenes tomadas de los operativos se pudo comprobar que el procedimiento fue el correcto.
Además, el Director Nacional de la PSA, José Glinsky, y la Subsecretaría de Investigación Criminal y Cooperación con la Justicia del Ministerio de Seguridad de la Nación, Valentina Novick, viajaron este miércoles a Salta para continuar con la investigación.
Este es el segundo avión secuestrado con droga en el caribe mexicano en la semana. El lunes, un soldado había muerto y un general resultó herido después de que narcotraficantes comenzaran a disparar contra una patrulla militar que intentaba interceptar una aeronave repleta de drogas que aterrizó en un camino al norte de la costa, también en México.
En aquella oportunidad se encontraron 26 paquetes en un avión turbohélice de motor que había partido de Sudamérica, aunque aún no se sabe de qué país.
En tanto, el 14 de enero pasado, la Aduana detectó 87 kilos de cocaína en un avión de la empresa KLM Cargo en el Aeropuerto de Ezeiza. Por el caso están procesados dos empleados de la empresa MartinAir, que quedaron grabados cuando subían la droga que tenía como destino Europa. (Dvrnoticias.com)