CIUDAD DE MÉXICO.- Ni el peso ni la mezcla mexicana la libraron este martes.
El peso cerró en un nuevo mínimo histórico, en las 23.16 unidades por dólar, mientras que la mezcla mexicana se ubicó en 18.78 dólares por barril, un nivel mínimo no registrado desde hace más de 18 años y muy lejos del precio fijado en el presupuesto de 49 dólares.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), la divisa mexicana se depreció este martes 5.42 por ciento o 1.19 pesos, desde el último dato del viernes pasado que fue 21.9760 unidades.
El billete verde se fortaleció a nivel mundial, en un entorno donde los impactos por la pandemia del coronavirus siguen aumentando y con los bancos centrales y gobiernos continúan sumando esfuerzos para combatir los efectos.
Durante la jornada del martes, alrededor de las 6:00 horas, la moneda mexicana alcanzó un mínimo histórico de 23.1860 unidades y luego, a las 10:43, alcanzó otra marca en las 23.2316 unidades.
Según datos de Bloomberg, la caída en el peso, del 17 de febrero hasta este martes, es de 19.2 por ciento, y es la divisa con mayor pérdida frente al dólar. Le sigue el rublo ruso, con 15.9 por ciento; el peso colombiano, con 15.5 por ciento, y el real brasileño, con 13.6 por ciento.
Expertos no descartan niveles de 25 pesos en las siguientes semanas.
En ventanilla bancaria, la divisa estadounidense se vendió en 23.35 unidades, cifra mayor al cierre reportado por Citibanamex el viernes, que fue de 22.32.
UBS escribió en una nota de análisis que las monedas latinoamericanas probablemente seguirán siendo el “eslabón más débil” en el corto plazo, aunque se prevé que el peso se recupere a 20.50 para finales del año.
Mientras que el índice Bloomberg, que mide la fortaleza del billete verde frente a una canasta de diez divisas, avanzó 1.51 por ciento, a los mil 255 puntos, su nivel más alto desde enero de 2017.
Por su parte, los índices globales apuntaron ganancias, aunque reduciéndose en Asia y Europa, y después en Estados Unidos, tras las medidas adoptadas por la Reserva Federal de financiar a empresas para suavizar el impacto del COVID-19 en la economía de ese país.
Las facilidades de financiamiento serán a corto plazo.
“Al garantizar el buen funcionamiento de este mercado, particularmente en tiempos de tensión, la Reserva Federal proporciona crédito que respaldará a familias, empresas y empleos en toda la economía”, detalló en un comunicado.
El rendimiento del Tesoro a 10 años se ubicó en 0.89 por ciento y el oro ganó 1.04 por ciento, a los mil 529 dólares la onza.
Mezcla mexicana
El precio del petróleo mexicano se desplomó este martes 22.36 por ciento, a 18.78 dólares el barril, con lo que se ubicó en su menor nivel en 18 años, desde marzo de 2002.
Esto, ante el nerviosismo por la propagación del coronavirus y un creciente pesimismo por su impacto en la actividad económica mundial, a lo que se suma la guerra de precios del petróleo por parte de los mayores productores. Las preocupaciones por una recesión global están creciendo, lo que genera expectativas cada vez más negativas para la demanda del hidrocarburo.
En el año, la mezcla mexicana de exportación acumula una caída de 66.5 por ciento, mientras que el WTI y el Brent acumulan caídas de 56 por ciento.
Con esto, el precio del crudo mexicano se aleja cada vez más del establecido en el presupuesto para este año, de 49 dólares en promedio. Para los analistas, esto tendrá repercusiones en las finanzas públicas, en las del gobierno y en la nota crediticia de la petrolera y en la soberana.
“Básicamente lo que estamos viendo es que el colapso del precio del petróleo primeramente va a restringir la capacidad financiera de Pemex para poder operar, y es una caída de ingresos que obliga a replantear la estrategia de la empresa productiva del estado”, señaló José Luis de la Cruz, Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Añadió que esta caída implica para el gobierno una restricción a sus finanzas públicas, lo que prácticamente va a derivar en la reconstrucción de su estrategia financiera porque es una caída sustantiva en sus ingresos, que de alguna forma, va a limitar su capacidad de gasto y de inversión. (Agencias)