TEXAS.- A pesar del histórico acuerdo de la OPEP, los precios del petróleo continúan en caída libre. Este lunes, los futuros del WTI -West Texas Intermediate, el barril de referencia para los Estados Unidos- se desplomaban un 38,5% para llegar a los 11.2 dólares por barril, el menor valor desde 1999.
En tanto, el Brent -que funciona como una referencia para el resto del mercado mundial por su mayor facilidad de acceso a las conexiones de transporte internacionales- tenía una baja mucho más acotada del 7% para cotizar en 26 dólares.
El denominador común para ambos casos es la actualización a la baja de las estimaciones de la demanda de crudo internacional frente al parate de la economía mundial. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), abril terminará con un derrumbe de 29 millones de barriles diarios.
El problema es que el recorte acordado por la OPEP es de solamente 10 millones de barriles y con suerte podría ampliarse a unos 15 millones por la caída de la producción por efecto de mercado de aquellos países que no formaron parte del pacto entre potencias petroleras. Algunos especialistas aseguran que el ajuste debería llevarse al menos a 30 millones de barriles por día para que tenga efecto en los precios.
La notable diferencia entre ambos mercados -es decir, entre el barril del WTI y el Brent, que suelen tener movimientos en espejo- radica en el temor de que el centro de almacenamiento de Cushing, Oklahoma, llegue a su capacidad máxima.
De acuerdo a la AIE, “nunca antes” se ha llevado tan al límite la capacidad de almacenamiento, lo que podría ocasionar que los productores estadounidenses tengan que pagar a los clientes para que se lleven el petróleo.
Como explicó LPO, el secretario de Energía de los Estados Unidos es consciente de esta situación y reconoció que más de 40 petroleras podrían entrar en bancarrota.
Para México desde luego es una mala noticia: el barril de la mezcla mexicano cotiza en apenas 14 dólares, y con este panorama parece imposible que repunte en las próximas semanas. Se trata de una presión permanente para las finanzas mexicanas, que si bien cuentan con el plan de coberturas fijado a 49 dólares para el barril exportable, estos seguros no cubrirían el total de la producción.