CANCÚN.- Aunque el plan hacia la “nueva normalidad” presentado por el gobierno federal respeta el federalismo al ser, como dijo el presidente, de aplicación voluntaria en los estados, deja sin apoyo y a su suerte a entidades con alto porcentaje de empleos formales, como Quintana Roo, donde se han perdido más de 80 mil puestos de trabajo por el cierre de fronteras e industria turística sin que hasta el momento exista una estrategia federal para superar el brutal impacto de la pandemia por Covid-19 en su economía.
En la mañanera de este 13 de mayo el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el plan para el levantamiento progresivo de las medidas de contención del Covid-19, fue aprobado en lo general pero admite la discrepancia de los estados. “Es un plan de aplicación voluntaria”, señaló, “si algún estado decide no acatarlo, no habrá controversia”.
Antes de que diera a conocer su sugerencia, varios gobernadores advirtieron que sería delicado e irresponsable reabrir actividades antes de que se cuente con la seguridad de que el nivel de contagios ha descendido efectivamente. La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que, sin tratamiento ni vacunas específicas, el virus puede volver con mayor fuerza si los países no aplican pruebas masivas a su población y llevan, con eso, un seguimiento puntual y estricto de los casos de infección y sus posibles contactos.
“Es de esperarse que el gobierno federal, específicamente el regulador sanitario Cofepris, libere ya las pruebas rápidas para aplicarlas en forma masiva, como lo han hecho otros países. No se sabe cuántas empresas son las que ya metieron solicitud a la ventanilla de Cofepris pero seguramente son decenas que están esperando respuesta. Todo está en que la autoridad decida cuáles son las de mayor calidad y efectividad”, señaló Maribel Ramírez Coronel, comunicóloga especializada en salud pública.
“La duda sólo debería estar en torno a cuál tipo de pruebas rápidas elegirá México. De hecho los laboratorios de diagnóstico integrados en el Consejo Mexicanos de Empresas de Diagnóstico (Comed) están igualmente a la espera de saber cuáles tipos de kits se tienen que proveer si las de anticuerpos IgG o IgM o las de antígenos. Estas son mucho más accesibles y en cuestión de horas dan el resultado. Nada que ver con los 2,000 o hasta 7000 pesos que cuestan las moleculares tipo PCR y que además tardan de 24 a 48 horas”, mencionó la especialista.
En medio de la incertidumbre que plantea para los gobiernos estatales la indefinición de una ruta segura para evitar nuevas escaladas de contagios hay entidades, como Quintana Roo, que enfrentan prácticamente solas la peor crisis económica de su historia. “Somos el estado que mayor depresión económica tiene”, dijo el gobernador Carlos Joaquín en la misma mañanera.
La pérdida de empleos en Quintana Roo es porcentualmente, según el mandatario, el doble de la de los otros estados más afectados por la pandemia en el país. Por eso, acentuó, “nos interesa mucho el regreso al turismo, que requerirá determinados protocolos que deberán darse en el transporte aéreo, marítimo terrestre; la forma en que funcionarán los hoteles, parques temáticos, los diferentes tours..”
En 2009, con la influenza, el país perdió cerca de 65 mil empleos, menos de los 80 mil que ha perdido hasta ahora Quintana Roo, y sin un plan efectivo de reactivación de las actividades, la crisis en este rubro se recrudecerá.