CDMX.- Más allá de las sanciones económicas de Estados Unidos y el cerco diplomático que se ha impuesto a Nicolás Maduro, el golpe más duro recibido por el líder chavista recientemente ha sido la captura de su presunto testaferro Alex Naím Saab Morán. El empresario colombiano, nacionalizado venezolano en los últimos dos años, fue detenido el viernes en la nación insular de Cabo Verde, en la puerta atlántica de África, cuando paraba a repostar gasolina para seguir su ruta a Irán. El hombre había vivido en las sombras durante años pese a ser el principal contratista del Gobierno venezolano. La reacción de Caracas a la detención muestra qué tan clave es un hombre como Saab para la estabilidad del chavismo.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, denunció en un comunicado la “detención arbitraria” de un ciudadano venezolano que operaba como “agente del Gobierno” con inmunidad diplomática. “Ante las restricciones que han sido impuestas ilegalmente por Estados Unidos, el Sr. Saab Morán, como agente del Gobierno Bolivariano de Venezuela, se encontraba en Cabo Verde, durante una escala técnica en su trayecto con el objetivo de realizar las gestiones para garantizar alimentos para los Comités Locales de Alimentación y Producción (CLAP), así como medicamentos, insumos médicos y otros bienes de carácter humanitario para la atención del covid-19”.
La detención de Saab, con cargos de lavado de dinero en una corte de Florida, entra ahora en el forcejeo que mantiene Washington con Caracas. A la respuesta desde la cancillería venezolana se ha sumado la movilización de aliados como Rusia, Turquía, Cuba y China para lograr su libertad y evitar el traslado del empresario a Estados Unidos, país que lo sancionó en julio de 2019 como testaferro de Maduro, un castigo que meses después se extendió a las cuentas de su entorno familiar.
El cerco sobre el empresario se había estrechado el último año. Millones de euros en activos en Italia le fueron congelados después de haber sido incluido en la llamada lista Clinton. La justicia de Colombia, que lo busca desde finales de 2018, le confiscó esta semana ocho propiedades en Barranquilla, su ciudad natal, valoradas en 8,8 millones de euros. La alerta roja de Interpol se activó el mismo viernes horas antes de la detención.
Juan Guaidó, jefe del Parlamento y presidente interino reconocido por más de 50 naciones, atribuyó la captura a la presión que está ejerciendo para forzar la salida de Maduro e iniciar una transición política en Venezuela. “Esto demuestra que no hay intocables, hoy es la justicia la que habla”, dijo en una rueda de prensa.
El poder que ha acumulado Saab en el país también ha salpicado a la oposición. El apoyo a Guaidó en Asamblea Nacional se fracturó cuando un grupo de diputados encabezado por Luis Parra y José Brito fue sobornado el año pasado para hacer gestiones en Europa para lavar la reputación del empresario y sus socios. La maniobra derivó el 5 de enero en un asalto al Parlamento y el nombramiento de una junta directiva paralela para desbancar a Guaidó.
Saab mantenía relaciones con el gobierno venezolano mucho antes de que llegaran las sanciones. En 2011, apareció en televisión durante la firma de un acuerdo con Colombia por más de 530 millones de dólares entre los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Juan Manuel Santos, de Colombia, para la construcción de viviendas prefabricadas. La multiplicación de sus negocios vino con el ascenso al poder de Maduro, su esposa, Cilia Flores, y el entorno familiar, para quienes se convirtió en un operador financiero.
Entre 2017 y 2018 se hizo con al menos 1.300 millones de dólares en contratos para los CLAP, el programa a través del cual el gobierno comenzó a vender a precios subsidiados cajas de alimentos de baja calidad importados con sobreprecio, justo cuando Venezuela atravesaba su peor momento de desabastecimiento tras años de controles gubernamentales.
El entramado de empresas y sociedades constituidas con socios y familiares supera la decena y están localizadas en Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá, México, Turquía, Emiratos Árabes, Suiza y China. Con ellas, Saab entró en el negocio de la importación de alimentos, medicinas, juguetes, en la construcción de gimnasios, la explotación del oro y carbón, además de convertirse en contratista de la petrolera estatal PDVSA.
El portal Armando Info, que desde hace años ha investigado el extenso entramado de corrupción -que obligó a cuatro de sus periodistas a exiliarse- ha revelado este domingo que en las últimas semanas, Saab fue una figura clave en el intercambio de oro por gasolina con Irán, su destino antes de ser detenido. El mismo avión privado Bombardier Global 5000 T7 JIS en el que lo capturaron en Cabo Verde ya había estado en Teherán en marzo, justo cuando se intensificó el puente aéreo entre Caracas y ese país por la grave escasez de combustible. (Agencias)