CDMX.- La deuda de México en relación con el PIB podría alcanzar niveles de hasta 59%, casi 15 puntos porcentuales por arriba del cierre de 2019, a raíz del impacto de la crisis económica por la pandemia de COVID-19, de acuerdo con estimaciones de BBVA México.
“Creemos que la deuda-PIB, que el año pasado cerró en 44.7% puede ir a un nivel de entre 56 y 59% en el caso de una contracción del 12%. Creemos que el gobierno va a utilizar los fondos de emergencia, además está haciendo recortes al gasto y esto no será suficiente. Posiblemente el gobierno tenga que notificar al Congreso que tendrá que colocar deuda adiciona a la que se había planteado“, sostuvo Carlos Serrano, ecomomista jefe de BBVA.
A marzo pasado, la deuda como porcentaje del PIB se encontraba en una tasa de 49.8%, con una estimación de que al año alcance una proporción de 52.8%, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En conferencia de prensa, Serrano expuso que la caída en la producción impactará en la reducción del PIB, estimada por BBVA de entre 9 y 12%, con lo que la proporción de la deuda también crecerá, a pesar del incremento de los niveles de recaudación por parte del gobierno federal.
No obstante, destacó que este movimiento no es tan grave si se acompaña de políticas que impulsen el crecimiento económico.
“¿Nos preocupan los niveles de deuda? En términos generales no, una economía emergente como México puede convivir con niveles de 50% de deuda-PIB, pueden ser sostenibles. Lo que nos preocupa es la dinámica hacia adelante. Si llegamos a 60 o 65 porque además se tiene una política contracíclica no nos preocupa siempre y cuando esté acompañado con bases para aumentar la recaudación y para tener un mayor crecimiento. La deuda se tiene que ir diluyendo si el PIB crece más rápido”, sostuvo.
Resaltó que se prevé que el gobierno recurra a los fondos de emergencia para paliar el impacto de la crisis. Aun así, la deuda en relación con el PIB se elevaría y se mantendría estable en niveles por encima del 54% en los próximos 5 años, prevé BBVA.