Los mexicanos tenemos la culpa de muchos de los abusos que la fauna política comete sin pudor ni límite alguno. Somos cómplices, incluso, cuando siendo testigos no hacemos nada para impedirlo. Así ha sido desde que Plutarco Elías Calles creó el PNR (padre del PRI) para acabar con el caudillismo e inaugurar -dijo él- “una era de instituciones”.
Hace unos días, los diputados federales se aprobaron un aumento de ¡50%! en su aguinaldo, libre de impuestos, con lo que antes del día 15 cada uno de los 500 recibirá ¡$328 mil!: $74,672 de dieta mensual; $140,504 de aguinaldo (40 días); $45,786 de asistencia legislativa; $28,772 de atención ciudadana, y $38,363 también de atención ciudadana “apoyo de fin de año”. ¡Feliz Navidad para ellos, Amarga Navidad para millones de compatriotas jodidos y agachones! ¿Por qué son culpa del pueblo burlas semejantes? En éste caso, porque el electorado, efectivamente como borregos, vota pero jamás pide cuentas o vigila a quienes los representan.
Y a los 3 o 6 años, ¡elige a los mismos! Todavía los angelitos pretendían darse la opción de reelegirse sin separarse de la Cámara (por lo pronto los frenó el INE). Decía el Loco Valdez (qepd): “El loco no soy yo, sino los que me ven…” ¿Qué pasará en México el día -nunca llegaráque los ciudadanos dejen de respaldar en las urnas a los sátrapas del Congreso, y a los partidos que los “padrotean”?
En enero vamos a ver a los gandallas en campaña por todo el país, y la gente ¡aceptándolos como si nada! Los pueblos tienen los diputados y gobernantes que se merecen -al menos, y sin ninguna duda, México-, y ahí… ¡pues qué se le hace! MORENA es mayoría en San Lázaro y avaló con sus sufragios y legisladores el atraco. ¡En plena 4T y refundación nacional! No hay quien reclame -al partido y sus líderes- por permitir, y quizá beneficiarse, de ese cruel pitorreo contra tantísimo paisano en problemas económicos, a los que, sin embargo, se les exige e impone austeridad.