CDMX.- La candidata de Morena al gobierno de Nuevo León, Clara Luz Flores, se disculpó por haber mentido al no admitir que conocía al líder de la secta Nxivm, Keith Raniere, condenado a 120 años de cárcel por convertir a mujeres en esclavas sexuales.
En dos videos difundidos en su página de Facebook, señala: “Me tropecé como todas y como todas ahora me levanto. Cometí un error al haber dicho que no conocía al fundador de Nexivm; primero que nada quiero decirles que enfrenté mal la situación y pido perdón. Mi error fue no aceptar públicamente ese momento de mi vida en el que busque ayuda a través de un curso. El fundador resultó ser un criminal”.
El pasado 24 de marzo, el candidato del PRI, Adrián de la Garza, difundió un video en el que se puede ver a Flores conversar con Raniere sobre los gobiernos populistas.
El material audiovisual desmintió la versión de la candidata, quien el 10 de marzo dijo al periodista Julio Hernández López ‘Astillero’, que no había tenido trato con el fundador de la secta y solo había tomado algunos cursos de superación personal impartidos por Nxivm, para enfrentar los atentados que sufrió.
Al día siguiente, Flores admitió haber cometido un error al participar en un curso de superación personal organizado por la organización Nxivm, pero aclaró que no cometió ningún delito: “No tengo nada que ocultar. Mi error fue participar en un curso de superación personal, con pena acepto mi falta, pero a diferencia tuya Adrián, yo no cometí ningún delito. No le robé nada a nadie”.
Un mes después, Flores admite haber mentido sobre conocer a Keith Raniere, el fundador de la secta. En el video de dos minutos de duración, Flores nombra directamente a Nexivm, mientras que en el que dura cuatro minutos omite pronunciar el nombre del grupo.
“Me tropecé como todas y como todas ahora me levanto. A las mujeres todo nos cuesta el doble, si hablamos fuerte es porque estamos enojadas, si hablamos quedito es porque nos falta carácter, por eso siempre tenemos que levantarnos sobre nuestros propios errores”.
“Al salir de la toma de protesta la primera vez como alcaldesa, la policía coludida con el crimen organizado secuestró a parte de mi gabinete. Sobreviví a 13 atentados, secuestraron a mi hijo al cual torturaron y perdió los riñones y a quien hoy cobardemente están difamando mis rivales por su trasplante, diciendo que fue un privilegiado, sin saber todo el dolor que eso nos significó y que no le deseamos a nadie”.
“El vivir bajo presión me retó a impulsar a Escobedo, innovando en materia de seguridad; protegí de violencia familiar a miles de mujeres con la puerta violeta y con los relojes salvavidas y no descansé hasta que Escobedo cortara la fábrica de delincuentes de raíz, con la justicia cívica, la creación de siete policías, una de ellas la de proximidad, con una política de cero corrupción a través de las cámaras corporales”. (Agencias)