CDMX. – La Coalición Va por México, integrada por PAN, PRI y PRD, expresó su rechazo a la iniciativa presidencial que integra a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, ya que lo que se requiere es que esta corporación esté en el ámbito civil, tanto en sus mandos como sus integrantes, con una estrecha coordinación con autoridades estatales y municipales.
Al fijar su postura sobre las tres propuestas de reforma constitucional que el presidente Andrés Manuel López Obrador planea enviar al Congreso de la Unión, los dirigentes de la alianza opositora, el panista Marko Cortés, el priísta Alejandro Moreno y el perredista Jesús Zambrano, advirtieron que no avalarán ningún cambio que vulnere a los órganos electorales.
En un comunicado, establecieron como criterio general que “se aprobará todo aquello que fortalezca a la democracia, al INE y al Tribunal Electoral y se rechazará cualquier intento de control gubernamental que vulnere al órgano electoral, los espacios y la voz de las minorías que representan la pluralidad del país”.
Sobre los ajustes en el marco legal de la Comisión Federal de Electricidad, los líderes opositores se dijeron abiertos a que se discuta cualquier mejora que evite seguir teniendo apagones, que permita mayor competencia y mejores precios para los consumidores, además de que “vamos por una verdadera reforma energética que necesariamente pasa por las energías limpias y renovables”.
La Coalición Va por México expresó su mayor apertura para discutir las propuestas del Ejecutivo, priorizando todo aquello que fortalezca la democracia, las instituciones y la economía familiar.
Tras una reunión de trabajo, los dirigentes del PAN, PRI, y PRD, señalaron que están en espera de las iniciativas correspondientes para poderlas valorar con absoluta responsabilidad y adelantaron como criterio que la alianza legislativa respaldará todo aquello que beneficie a los mexicanos, pero también será muy firme en rechazar lo que vaya en contra de los intereses de la población.
Destacaron que el mandato de la ciudadanía expresada en las urnas el pasado 6 de junio permite un nuevo equilibrio en el Congreso, ya que Morena y sus aliados “no cuentan más con una mayoría calificada, y ahora se tendrá que dialogar, debatir y construir sobre los grandes problemas nacionales”.