CANCÚN.- La inconformidad por parte de ciudadanos que esperaron todo el día en el Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez” para ser vacunados, solo para que se les dijera que ya no había dosis, hizo que muchos se alborotaran e incluso se agolparan en la entrada, generándose un conato de riña.
Desde temprana hora, cientos de ciudadanos acudieron a los distintos puntos designados para la aplicación de vacunas Pfizer contra el COVID-19, incluido el Hospital General. Sin embargo, pese a esta enorme afluencia, autoridades federales no entregaron ningún tipo de ficha o determinó cuánta gente podría atender.
Como resultado, una gran multitud de personas continuó esperando por varias horas, en vano, sin saber que ya no alcanzarían dosis. La situación se fue agravando, porque a lo largo del día llegaron más ciudadanos, que también se sumaron a la cola.
A eso de las cuatro y media de la tarde, salió personal médico a informar a quienes estaban en la fila que ya no había más dosis y que vinieran mañana, lo que enfureció a muchos, quienes no solo reclamaron, sino comenzaron a agolparse en la entrada, hasta lograr ingresar al recinto cercado.
Esto hizo que interviniera la Guardia Nacional y Ejército Mexicano, para expulsar a todos y tratar de calmar los ánimos. Afortunadamente, no se llegó a la violencia.
Un agente de la Guardia Nacional les indicó, tal vez solo para lograr que la gente se calmara, que las jornadas de vacunación serían extendidas para toda la semana, lo que surtió efecto.
Una mujer, que se indentificó como Ofelia, dijo que estaba esperando dese las ocho de la mañana, pero fue apenas hasta avanzada la tarde que les dijeron que ya no alcanzaban la vacuna.
“No se vale, porque del inicio lo hubieran dicho, para no perder el tiempo”, se quejó. “Yo falté al trabajo y ahora me descontarán el día, porque ni siquiera tengo un comprobante”.
En su caso, afirmó que pernoctará en el lugar, para garantizar que mañana sí esté entre quienes recibirán su vacuna.