OAXACA – Poco antes de las 9:00 de la mañana de este domingo, integrantes de la caravana migrante dejaron territorio de Chiapas y empezaron a ingresar a Oaxaca.
El cruce tuvo lugar en la localidad de Corazones, en el municipio de Chauites.
Los migrantes eran esperados por personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y de Protección al Migrante Beta Sur, para ofrecerles la posibilidad de regularizar su situación migratoria en el estado de Puebla, ofrecimiento que fue rechazado.
Así, el contingente integrado por unos 3 mil 500 extranjeros, la mitad menores de 7 años, abandonó territorio chiapaneco tras recorrer 246 kilómetros en 16 días, durante los cuales solo en una ocasión se enfrentaron con elementos de la Guardia Nacional.
Los miles de extranjeros viajan decaídos, lastimados, con ampollas, deshidratados, con el ánimo decaído y tristes después de la larga travesía.
María Molina es una mujer migrante originaria de Honduras que ha logrado caminar más de 200 kilómetros: “vengo cansada, llevamos los pies dañados y los ánimos están acabando, a veces comiendo y a veces no”, declaró.
A pesar de los largos tramos que ha cambiado lo que quieren “es llegar a la Ciudad de México, porque voy en busca de mi hija Rizty Fabiola Andrade”, contó la mujer.
“La caminata es demasiado dura, yo vengo sola, con la bendición de quien me ha dado fuerza, porque en algunos municipios nos han apoyado y en otros no”, añadió.
La mujer camina con la esperanza de encontrar a su hija, ya que en Honduras mataron a su hijo. Ella muestra ánimos de poder avanzar pero dice que estaría bien descansar dos o tres días “para poder seguir al 100 % y seguir caminando “.