CHEMUYIL.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recuperó antiguas piezas mayas en Quintana Roo debido a una denuncia ciudadana, la cual informó que estaban en el fondo de una cueva.
Las cuevas para los mayas prehispánicos representaban entradas al inframundo, al hogar de las deidades y sitios para obtener agua prístina para el sustento relacionada con la sanación, ligada a los designios de los dioses.
Por ello, este hallazgo y muchos otros confirman que las cuevas están íntimamente relacionadas con la cosmogonía maya, sobre todo en la Península de Yucatán.
En este caso, el hallazgo se debió a una denuncia ciudadana, hecho que cobra el doble de importancia.
El pasado 20 de noviembre, personal de la asociación civil Círculo Espeleológico del Mayab y del Proyecto Cenotes Urbanos de Playa del Carmen, dedicado al registro y mapeo de las cuevas de esta región, presentó una denuncia al Centro INAH Quintana Roo, notificando la presencia de bienes arqueológicos dentro de una oquedad natural de las inmediaciones del pueblo de Chemuyil.
En lo profundo de una cueva en Chemuyil, Quintana Roo, arqueólogos del @INAHmx recuperaron un par de vasijas y una olla prehispánicas que fueron usadas por los mayas para la recolección ritual del agua. #LaCulturaEmerge pic.twitter.com/2OHpIKz2fT
— Alejandra Frausto (@alefrausto) December 7, 2021
Los investigadores descubrieron estas piezas en la parte más intrincada de la cueva y de más difícil acceso. Si bien en Chemuyil no se tiene noticia de un sitio arqueológico al que pueda vincularse esta cueva, el territorio de esta comunidad, ubicada entre Playa del Carmen y Tulum, forma parte de una extensa región con numerosas oquedades naturales que a menudo eran empleadas con fines rituales.
El INAH confirmó el hallazgo en la parte más profunda de la cueva de estos objetos que han sido fechados hacia el periodo Posclásico Tardío maya (1200–1550 d.C.).
El primero es una vasija monocroma de tipo Navulá burdo, la cual conserva una de dos asas y tiene una cavidad cóncava en su base, propia de su tipo cerámico.
La segunda pieza corresponde a una olla globular, que se encontró fragmentada debido a que la raíz de uno de los árboles de la superficie la presionó contra las rocas.
Mientras que la tercera es el cajete trípode con soportes cónicos, que estaba muy próximo al agua, lo que implica la cercanía de estas cuevas con las deidades mayas.