EU.- Se acabó la obligación de mostrar una prueba negativa de coronavirus para entrar en Estados Unidos. El Gobierno ha anunciado este viernes que pone fin a esa exigencia, en vigor desde que se abrieron las fronteras con Europa el pasado noviembre. El anuncio implica pasar página a una de las últimas restricciones relacionadas con la pandemia que quedaban por levantar en el país. El nuevo régimen entrará en vigor en la madrugada de este domingo.
Según un funcionario gubernamental que ha hablado con la prensa con la condición del anonimato, como previa al anuncio oficial, no quedaba ya ningún motivo científico para mantener esa norma. También ha añadido que dentro de 90 días los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) revisarán la decisión y, si hiciera falta, volverán a instaurar la obligación de presentar una prueba negativa.
El anuncio es otro gesto más en el proceso aparentemente inexorable en el que anda embarcada la administración de Joe Biden, deseosa como está de dar carpetazo al coronavirus antes de que llegue la campaña de las elecciones legislativas de medio mandato, en el que las opciones demócratas no son buenas. Y eso, pese a que los contagios están en alza en Estados Unidos, donde el mes pasado se superó la simbólica frontera del millón de muertos a causa de la enfermedad. Las nuevas variantes, ciertamente menos graves, tampoco están dando respiro a los ciudadanos, vacunados en su mayoría (67%) y con una o dos dosis de refuerzo muchos de ellos.
En lo relativo a los viajes, el pasado 18 de abril ya cayeron las mascarillas en los aéreos (y no solo, también en los medios de transporte público y en lugares como estaciones de tren o de autobuses y aeropuertos). Entonces las aerolíneas presionaron para que el Gobierno levantara la obligación de la prueba negativa previa, que, en el caso de España tenía que estar realizada (PCR o test de antígenos) el día anterior al viaje. Hace semanas que tampoco es necesario presentar la cartilla de vacunación para coger un vuelo en Estados Unidos, ya sea este nacional o internacional.
La obligación de aportar una prueba negativa se introdujo por primera vez en enero de 2021, cuando menos del 10% de los estadounidenses estaban vacunados y la epidemia campaba por sus anchas. Las fronteras a los viajeros estuvieron cerradas hasta el mes de noviembre pasado (y desde el inicio de la pandemia en 2020) para los llegados de 33 países, incluidos China y una docena de europeos, también España.