El expresidente Felipe Calderón (2006-2012) criticó la estrategia de seguridad Andrés Manuel López Obrador (AMLO) luego de los asesinatos de Javier Campos Morales y Joaquín César Mores, sacerdotes jesuitas, en Chihuahua.
A través de su cuenta de Twitter, el ex presidente culpó a la estrategia de “abrazos, no balazos” de López Obrador de “no enfrentar a la delincuencia”, pues dijo que bajo esa política la ciudadanía tiene que vivir “sin la fuerza del Estado que las proteja”.
“El no enfrentar a la delincuencia implica dejar a las comunidades abandonadas a su suerte, en manos de los criminales, sin la fuerza del Estado que las proteja. En ese contexto se da el homicidio de los Jesuitas. Quien delinque sabe que le espera el abrazo y no el castigo”, escribió Calderón Hinojosa en redes sociales.
Durante su conferencia de prensa de este miércoles 20 de junio, el Jefe del Ejecutivo dio a conocer que enviaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a Chihuahua para dar con el paradero de los cuerpos de los sacerdotes jesuitas.
“Dimos la instrucción, aunque se trata del fuero común, de enviar a elementos de la Secretaría de la Defensa. Ahora lo que nos importa es encontrar los cuerpos y detener a los responsables (…) Ya se ha avanzado en la investigación”, declaró López Obrador desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Además, lamentó el asesinato de los jesuitas: “Quiero expresar mis condolencias a la compañía de Jesús, a los jesuitas de México y al mundo por estos lamentables hechos en la Sierra Tarahumara, en el municipio de Urique”.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó los hechos que se suscitaron en la comunidad Cerocahui y reconocieron la labor eclesiásticas de los sacerdotes.
“Eran parte del equipo religioso y laicos que están en la Sierra Tarahumara, donde realizaban un importante trabajo social y pastoral entre otras líneas, incluye fortalecer la cultura de la comunidad Rarámuri en todas sus dimensiones y la preservación del medio ambiente”.
La noche del pasado 20 de junio, un grupo armado ejecutó a los sacerdotes tras ofrecer auxilio a un guía de turistas quien buscaba refugio en la iglesia de Urique en un intento por escapar del convoy. Hasta el momento, se desconoce el paradero de los tres cuerpos, tampoco se tiene reportes de ninguna persona detenida por este hecho, ni la identificación de presuntos responsables.