EUROPA.- El brote de viruela del simio que se propaga rápidamente representa una emergencia sanitaria mundial, declaró este sábado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa.
“Tenemos un brote que se ha propagado rápidamente por todo el mundo a través de nuevos modos de transmisión, sobre los cuales entendemos muy poco y que cumple con los criterios” para una emergencia de salud pública, dijo el Dr. Tedros a los periodistas.
Al anunciar la decisión de declarar la emergencia sanitaria durante una conferencia de prensa en Ginebra, Tedros confirmó que el comité designado para declara la emergencia no había logrado llegar a un consenso tras su reunión desde el jueves. Sin embargo, la decisión final recae en el director general de la agencia de la ONU.
Esta es la segunda vez en dos años que la OMS declara emergencia global, en 2020 fue por la propagación del Covid-19 y ahora, por la rapidez con la que el brote de viruela del mono se ha extendido a decenas de países e infectado a decenas de miles de personas.
En lo que va del año, ha habido más de 16,000 casos en 75 países, aproximadamente cinco veces el número de casos cuando los asesores se reunieron en junio. Además, se han reportado cinco muertes en África.
Tedros agregó que de acuerdo con la evaluación de la OMS “el riesgo de viruela símica es moderado a nivel mundial y en todas las regiones, excepto en la región europea, donde evaluamos el riesgo como alto”.
Sin embargo, destacó que existe un claro riesgo de mayor propagación internacional, aunque “el riesgo de interferencia con el tráfico internacional sigue siendo bajo por el momento“.
De acuerdo con la organización, una “emergencia de salud pública de interés internacional”, está diseñada para hacer sonar una alarma de que se necesita una respuesta internacional coordinada y podría desbloquear fondos y esfuerzos globales para colaborar en el intercambio de vacunas y tratamientos.
La designación puede llevar a los países miembros a invertir recursos significativos para controlar un brote, obtener más fondos para la respuesta y alentar a las naciones a compartir vacunas, tratamientos y otros recursos clave para contener el brote.