CALIFORNIA.- Un feroz incendio forestal en California arrasó miles de hectáreas mientras millones de estadunidenses experimentaban una fuerte ola de calor, que ya ha alcanzado temperaturas récord; el fuego, descrito por los oficiales como “explosivo”, creció desde unas 250 hasta más de 5 mil 700 hectáreas en dos días.
Más de 2 mil bomberos, apoyados por 17 helicópteros, fueron desplegados contra el incendio Oak, que se declaró el viernes en California, cerca del Parque Nacional de Yosemite, informó ayer el Servicio de Protección Forestal de California (Cal Fire).
A dos días de su inicio, el incendio ya consumió más de 5 mil 700 hectáreas y estaba controlado en 10 por ciento, según el informe, que añadió que el calor, combinado con la baja humedad, “dificultaría” los esfuerzos para combatirlo.
“Las extremas consecuencias de la sequía han llevado a un nivel crítico de combustibilidad”, según el informe de Cal Fire.
Considerada “explosivo” por las autoridades, la conflagración dejó a su paso cenizas, vehículos destruidos y restos de propiedades, mientras personal de emergencia trabaja para evacuar a residentes y proteger estructuras que están en su trayectoria.
Ya han sido destruidos 10 inmuebles, cinco resultaron dañados y miles están amenazados.
Más de 6 mil personas desalojaron sus viviendas, comentó Hector Vasquez, funcionario de Cal Fire.
“Está llegando personal de varios departamentos de todo el estado para controlar este incendio”, expuso Vasquez a la Afp y calificó la situación de “realmente compleja” .
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el sábado el estado de emergencia en el condado de Mariposa debido a las “condiciones de extremo peligro para la seguridad de las personas y propiedades”.
El centro y el noreste de Estados Unidos son las regiones más afectadas por las temperaturas extremas.
“Se prevé que se igualen y/o rompan los registros en el noreste, ya que las máximas temperaturas se acercan a la marca del siglo y los índices de calor oscilan entre los 40.5-43.3 grados centígrados”, señaló el Servicio Meteorológico Nacional. Una emergencia de canícula rige para las ciudades del noreste, entre ellas Boston, Filadelfia y Washington.
El ex vicepresidente estadunidense Al Gore manifestó a la cadena ABC que ahora es el momento de actuar sobre el cambio climático: “Están diciendo que si no dejamos de usar nuestra atmósfera como una cloaca abierta, y si no detenemos estas emisiones que atrapan el calor, las cosas van a empeorar mucho (…) Más personas morirán y la supervivencia de nuestra civilización está en juego”.
En Europa, Grecia luchaba contra tres grandes incendios forestales en el norte, el sur y el este del país con el temor de que la ola de calor que azota al país provoque nuevos siniestros. Desde el sábado Grecia sufre una ola de calor que, según las previsiones, durará 10 días con temperaturas de hasta 42 grados centígrados.
En España, la canícula continúa y se espera que las temperaturas aumenten más, a 45 grados, mientras en Londres los bomberos trataban de apagar tres incendios desencadenados por los efectos del sol en los alrededores de la capital y uno en el suroeste en Enfield, Hayes y Thamesmead.
En Francia, impusieron restricciones de uso de agua en 88 regiones por alerta de sequía que ha afectado zonas del oeste, como Países del Loira o Poitou- Charentes, y en el este, en el caso de Isere.
En Yemen, las inundaciones causadas por fuertes lluvias provocaron por lo menos nueve muertes.
El diario The Independent informó sobre el derretimiento masivo de hielo en Groenlandia, con una pérdida de al menos 6 mil millones de toneladas de hielo en tres días.
El deshielo derivado de la ola de calor, y fenómenos de este tipo, son directamente responsables del aumento del nivel del mar y las inundaciones costeras en el mundo.