NY.- Estados Unidos honró ayer la memoria de las casi 3 mil personas muertas en los ataques del 11 de septiembre de 2001 (11-S), que cambiaron “el curso de la historia estadunidense”, de acuerdo con el presidente Joe Biden.
En Nueva York, una multitud reunida cerca del museo y el impresionante monumento en Manhattan guardó silencio durante dos minutos, a las 8:46 y a las 9:03, horas exactas en que dos aviones secuestrados por comandos islamitas se estrellaron contra las torres Norte y Sur del World Trade Center, derrumbándose luego en un diluvio de acero y polvo.
Entre el público, la vicepresidenta Kamala Harris escuchó la larga lista de nombres de las víctimas. Biden participó en otra ceremonia, en el Pentágono, contra el cual también se estrelló un avión.
El 11 de septiembre de 2001 murieron 2 mil 977 personas en los atentados más mortíferos de la historia, cometidos por la organización yihadista Al Qaeda.
Dos aviones impactaron contra dos torres del World Trade Center en Nueva York, un tercero lo hizo contra el Pentágono y un cuarto, que parecía tener como objetivo el Capitolio o la Casa Blanca, se estrelló en una zona boscosa en Shanksville, Pensilvania, tras una rebelión de pasajeros.
Nadie a bordo de los cuatro aviones comerciales que fueron secuestrados sobrevivió.
Con aspecto solemne y una mano en el corazón, Biden participó en una ceremonia de colocación de flores cerca del inmenso edificio sede del Departamento de Defensa, donde murieron 184 personas el día de los atentados.
“Sé que para quien ha perdido a alguien, 21 años es a la vez una eternidad y un tiempo muy corto”, afirmó el Ejecutivo demócrata desde el podio y bajo una fina lluvia.
“El curso de la historia estadunidense cambió ese día”, continuó el presidente.
Pero lo que no cambió fue “el carácter de esta nación, los sacrificios, el amor y la generosidad de los que Estados Unidos es capaz”, recalcó.
“Hoy no se trata del pasado, sino del futuro”, prosiguió Biden, al llamar a los estadunidenses a defender la democracia que los atacantes querían “enterrar bajo el fuego, el humo y las cenizas”.
Más allá del terrible saldo de muertos y heridos el 11 de septiembre de 2001, miles más murieron en los años siguientes por enfermedades provocadas por los gases tóxicos del derrumbe de las imponentes torres.
En otro asunto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) desactivó su cuenta de Twitter para la región del oeste de Texas debido a que en ella fueron retuiteadas publicaciones que criticaban las políticas fronterizas de Biden y se le dio “me gusta” a publicaciones con insultos homosexuales dirigidos al secretario nacional de Transporte, Pete Buttigieg.