OHIO.- El descarrilamiento de un tren entre Ohio y Pensilvania, Estados Unidos, el pasado 3 de febrero, ocasionó que las autoridades estatales tuvieran que liberar de forma controlada material tóxico de varios vagones ante el riesgo de un estallido que causara estragos en los alrededores.
Así se informó el pasado 6 de febrero, cuando empezaron las tareas de liberación de material tóxico.
Esta semana, usuarios de redes sociales en México y otras partes del mundo, han puesto atención sobre el hecho, que calificaron como el Chernóbil estadounidense, lo que ha ocasionado que circulen varias informaciones en torno al siniestro.
Incluso, se ha especulado que los recientes derribos de objetos voladores aún no identificados en Estados Unidos y Canadá son una estrategia para ocultar la gravedad de lo ocurrido en Ohio.
Más allá de estas hipótesis, lo que se sabe hasta el momento es que el accidente ocurrió la noche del viernes 3 de febrero en East Palestine, una localidad en la frontera de Ohio y Pensilvania, y que se originó un incendio que afectó a varios vagones.
Entonces, las autoridades emitieron una orden de evacuación para las personas que vivían dentro de un radio de una milla (1,6 kilómetros) del siniestro, por la posibilidad de una explosión que derivara en afectaciones. La orden de evacuación incluyó a varios residentes de Pensilvania.