BRASIL.- En medio del luto que atraviesa Guyana, un pequeño país al norte de Brasil, por un mortal incendio en un internado escolar que dejó al menos 20 personas muertas, en su mayoría menores de edad, las autoridades avanzan en las investigaciones para determinar las causas de la conflagración.
Si bien sobre el incendio, originado el pasado fin de semana, se había dado a conocer que la principal hipótesis se refería a que este había sido originado intencionalmente por personas desconocidas, este martes 23 de mayo se dieron nuevas informaciones, que han centrado la atención en una de las estudiantes del plantel como la determinadora del surgimiento del incendio.
De acuerdo con la información divulgada por las autoridades, la principal sospechosa es una adolescente que habría decidido ‘tomar venganza’ luego de que, en medio de la prohibición del uso de celulares, le fuera decomisado el suyo.
Según la reseña policial recogida por medios internacionales, las investigaciones policiales hasta el momento “revelan que se sospecha de que una estudiante provocó el devastador incendio porque la supervisora del dormitorio y un maestro le quitaron su teléfono celular”.
Esta versión concuerda con las afirmaciones recogidas por la agencia internacional AFP, que afirmó que este mismo martes un alto funcionario de ese país le reveló que se conoció el testimonio de una menor afectada por el incendio. Tal persona admitió ser la responsable de la conflagración, en medio de una declaración que aboga por mantener en secreto la identidad de la confesa determinadora.
No obstante, y pese a que se ha cuidado la identidad de la menor, otras mujeres presentes en el internado y sobrevivientes al incendio que consumió la totalidad de la planta física el colegio, han advertido que la joven había adelantado la amenaza.
Habría hablado de prender fuego al colegio desde el pasado sábado en horas de la noche, en señal de rebeldía por el hecho de decomiso que advertía como ‘injusto’.
Frente al particular, un funcionario le advirtió a la agencia AFP que en el internado “no se les permite tener ningún teléfono celular y le encontraron a esta chica con un teléfono; aparentemente estaba enviando fotos, así que le quitaron el teléfono a la niña, que amenazó esa misma noche con quemar el edificio, y todos la escucharon”.