CDMX.- El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, que se ha distinguido por su ineptitud al frente de la petrolera, es el segundo ‘castigado’ del gabinete presidencial esta semana, pues al igual que Zoé Robledo, no buscará competir en 2024, sino que se quedará en su cargo hasta el final del sexenio.
En su conferencia de este miércoles, AMLO anunció que Octavio Romero “no va a participar” en las elecciones de 2024. Su aspiración era ser candidato al gobierno de Tabasco.
El presidente agregó que Romero se queda en Pemex, “no porque yo lo prohíba o impida, sino porque él ha expresado que se queda hasta el final”.
El lunes, el presidente anunció en la mañanera que Zoé Robledo, que aspiraba a ser candidato para el gobierno de Chiapas, se quedará hasta el final de sexenio en el IMSS, lo cual, dijo, le dio mucho gusto.
El presidente defendió el trabajo de uno de sus amigos más cercanos. “En Pemex se va a garantizar que haya continuidad, porque es muy bueno el trabajo que se ha hecho”.
Ello, a pesar del multimillonario déficit, los continuos accidentes y la pérdida de inversión.
“Estuve contento con lo de Zoé, ya les planteé eso, que actuó de manera muy responsable, como buen servidor público, poniendo por delante el interés general. Chiapas es un gran estado, merece mucho apoyo, él, me dicen, estaba arriba en las encuestas”, pero prefirió terminar su encomienda.
Lo que no dijo es que el sistema de salud es el gran desastre del actual gobierno, el mayor fracaso.
A un año de terminar el sexenio, AMLO dijo que el mejor sistema de salud lo “estamos construyendo”, cuando lo cierto es que ya destruyó dos sistemas, el Seguro Popular que sí funcionaba, y el INSABI, que se puso en marcha en este gobierno y tuvo que cancelarse sin que el gobierno diera explicaciones detalladas sobre tal decisión.
“Si se iba Zoé me iba a quedar con el problema para sustituirlo”.
Y de paso, confirmó que lo que dijo hace unas semanas no era chiste. Dijo que en diciembre quedará lista la “super farmacia” que tendrá “todas, todas las medicinas del mundo” y que cuando a cualquier hospital o clínica les falte algo, bastará llamar y se los entregarán “en un día”.
Cabe preguntarse, si la solución es aparentemente tan simple, porque no sencillamente se llenan los almacenes de todas las unidades de salud. Evidentemente, el presidente no tiene ni idea de la pesadilla logística en que se convertirá la farmacia gigante que sueña.
“Vamos a tener ese sistema especial, va a ser una gran farmacia donde va a haber de todo, su hacen falta medicamentos de la India, los vamos a traer, de China, eso lo vamos a hacer porque ya no hay corrupción”.