• Lo que se sabe en Palacio: siempre llega con planes y propuestas, no sólo con la mano extendida
• Ruta Turística “Más Allá del Sol”, un nuevo ‘plus’ añadido por la gobernadora al Tren Maya
• La operación en torno a Claudia Sheinbaum, más concentrada en la cantidad y no en la calidad
• Bochornosos momentos por la forzada integración de tránsfugas, oportunistas e indeseables
• Alvear, Piña y Portilla, las tres cartas fuertes que pondrá el PT sobre la mesa de la negociación
COMENTAN LOS ACOSTUMBRADOS a caminar por los pasillos de Palacio Nacional, que oyen y se enteran de muchas cosas, que si algo le gusta al presidente López Obrador -él lo dice- de la gobernadora quintanarroense Mara Lezama, más allá de que ha hecho suyas las obras emblemáticas de la 4T como el Tren Maya, el nuevo Aeropuerto de Tulum y el Puente Nichupté, es que, a diferencia de la mayoría de los mandatarios estatales emanados de Morena, ella suele llevar propuestas y proyectos nuevos a la Ciudad de México, que reflejan no sólo los resultados de su trabajo, sino que justifican por anticipado, técnica, operativa y financieramente, cualquier solicitud de apoyo federal a Quintana Roo que vaya a requerir. O sea, que no llega nada más con la mano extendida y el saco abierto a pedir dinero, como muchos que creen que, por ser del mismo equipo, la llave de los recursos está abierta permanentemente.
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YA NO ES sorpresa ver a Mara Lezama en las conferencias “mañaneras” del presidente, donde se ha vuelto referente prácticamente todos los lunes. Siempre lleva de manera puntual los avances semanales de las obras insignia del Gobierno federal y hoy, que estuvo de nuevo ahí, presentó al presidente y a los medios nacionales una nueva ruta turística que bautizó como “Más Allá del Sol”, que a partir del Tren Maya y uno de sus paraderos en la comunidad Nuevo Xcan, pretende abarcar todo el municipio de Lázaro Cárdenas (al que pertenece la paradisíaca Isla Holbox) y ofrecerá a quienes la recorran, en zonas hasta ahora poco exploradas, monumentos arqueológicos, cenotes, cavernas, talleres de artesanías y una gran oferta gastronómica que, en conjunto, dejará muy buena derrama económica a los habitantes de la región, en su mayoría de la etnia maya. AMLO, por supuesto, quedó complacido con la idea que añade utilidad y mayor potencial al proyecto del Tren Maya… y reconfirmó, por cierto, por qué la gobernadora tiene derecho de picaporte en Palacio Nacional.
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LE DEBEN ECHAR más cabeza a su trabajo los estrategas de Claudia Sheinbaum, coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la 4T, para ayudarla mejor a apuntalar la unidad que afiance su salto a la candidatura de Morena a la Presidencia de México, en diciembre próximo, porque están más enfocados en la cantidad, que en la calidad. Y es que en los estados que ha venido visitando Sheinbaum para cerrar las heridas del proceso interno con simpatizantes de las “corcholatas” perdedoras y sumar adeptos a su causa, los encargados se han concentrado más en llenar la plaza, que en garantizar una cartelera de mayor categoría. El jueves pasado en Playa del Carmen, celebraron con ella la adhesión de los alcaldes de Isla Mujeres y Bacalar, los tránsfugas Atenea Gómez (PAN) y José “Chepe” Contreras (PRI), entre muchos otros despojos de éstos y otros partidos donde militaron y se beneficiaron en sus tiempos de gloria, pero que ante su decadencia pegaron el “chapulinazo” hacia el partido guinda para sobrevivir, donde la militancia real, la que se ha fajado por años “picando piedra”, hoy ve con desazón cómo son desplazados para darle cabida a toda esa caterva de oportunistas indeseables que, seguramente, se agandallarán también con cargos y candidaturas.
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SE NECESITAN MAYORES dosis de prudencia y sensibilidad para arrimarle seguidores a la ex jefa de Gobierno de la CDMX y fortalecer sus alianzas: Es cierto, todos suman y algo tendrán que aportar, pero están perdiendo de vista que los celos políticos y la impaciencia pueden detonar en cualquier momento. Ya hubo tres episodios que estuvieron a punto de encender la mecha: Primero, en Playa del Carmen, fue notoria la marginación de los militantes del PVEM y PT en la reunión con Claudia Sheinbaum, donde en un foro de unas 4 mil personas (la meta era de 7 mil y no se logró) se le dio prioridad numérica a los ‘morenos’, en tanto que a los ‘verdes’ y petistas aliados se les condicionó el acceso a sólo 500 asistentes por partido… y eso, sin banderines ni ropa con sus colores distintivos. Fue tan riguroso el control, que ni la diputada Estefanía Mercado, del PVEM, supuesta aspirante favorita de la coalición con Morena-PT a la Presidencia Municipal, pudo traspasar el filtro de entrada y como no estaba en la lista, la “batearon”. ¿Juntos, pero no revueltos?, así parece.
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DESPUÉS, EN VALLADOLID, se vivió otra experiencia desagradable a los ojos de la coordinadora nacional de la 4T, que lo que espera al llegar a las sedes de los eventos es que ya esté todo perfectamente organizado y controlado, para que nada afecte la agenda ni se desarrollen situaciones imprevisibles que saquen de contexto el objetivo de su presencia. Hay que decir que los ‘morenos’ yucatecos son más celosos y defienden con mayor dignidad los preceptos partidistas que ha enseñado AMLO desde sus orígenes a todos, por lo que al presentar con bombo y platillo al clavadista olímpico y ex diputado panista Rommel Pacheco como la nueva gran “adquisición” de Morena en Yucatán, la rechifla fue mayúscula y a los gritos de: “¡fuera, fuera!” y “¡basura, basura!”, el “veleta” panista tuvo que regresarse a su lugar -iba corriendo al centro del podio-, rojo de la vergüenza y con una enorme sonrisa forzada. Justo tratamiento a los oportunistas que llegan cómodamente de última hora y sin mover un dedo, a sentarse a la mesa puesta y con el banquete servido.
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POR ÚLTIMO, EN Villahermosa, el “oso” se lo llevó nada menos que el propio gobernador Carlos Manuel Merino, quien creyendo Sheinbaum que gozaba de amplia popularidad entre las estructuras de Morena y que el evento estaba totalmente controlado por los organizadores, se sorprendió ante el abucheo de rechazo que se desató cuando le concedió el uso de la palabra en la asamblea en el Centro de Convenciones. Tuvo una vez más la virtual candidata presidencial no sólo constatar que la unidad no está del todo fortalecida en algunas plazas, sino que también tuvo que hacerla de “apagafuegos”. Tomando el micrófono, salió a defender a Merino ante la rechifla morenista, pidió respeto para él, unidad para el movimiento y lealtad al presidente López Obrador, ante cuya mención -palabras mágicas- los asistentes se calmaron. ¡Cuánta falta hará AMLO en las boletas del 2024!
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TRES CARTAS FUERTES tiene el Partido del Trabajo en Quintana Roo para pelear algunas presidencias municipales el próximo año. Porque ya despojado del eterno agandalle de recursos y posiciones para sí mismo de los que abusaba el ex dirigente Hernán Villatoro, el PT está decidido a que lo tomen más en serio sus aliados de Morena-PVEM y dejen de desdeñarlos como un “partidito” rémora que se tenía que conformar con las migajas del pastel. Hoy el PT luce más estructurado, mejor posicionado y hasta la gobernadora Mara Lezama les ha dado su lugar al reunirse recientemente con los dirigentes nacionales en CDMX. En Puerto Morelos figura la regidora Fernanda Alvear y en Bacalar, la síndico Vanessa Piña. En Tulum, el eterno aspirante a presidente municipal, Jorge Portilla, se enfrenta tal vez a la mejor oportunidad de su carrera política. Tiene más que buenas relaciones en la 4T, importantes aliados en Morena y recientemente se le vio en reuniones con los líderes del PT en la capital del país. Ha tendido puentes muy sólidos para hacerle la competencia a Diego Castañón en su proyecto de reelección… y ya se baraja su nombre en las cúpulas.
