TOKIO.- El lunes por la tarde, Japón fue sacudido por un terremoto de magnitud 7,6, causando daños significativos en edificios y carreteras y llevando a la emisión de alertas de tsunami a lo largo de la costa. Aunque estas alertas fueron levantadas el martes por la mañana, el país se enfrenta a una situación de emergencia.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha descrito los esfuerzos de rescate como una “batalla contra el tiempo“, tras confirmarse que el número de muertos ha ascendido a 55.
La prefectura de Ishikawa, situada en la principal isla central de Honshu, ha sido la más afectada, registrando 48 muertes. Además, se reportaron dieciséis personas gravemente heridas y daños en viviendas tan extensos que aún no han podido evaluarse completamente.
Bajo temperaturas gélidas, los equipos de rescate continúan trabajando arduamente para alcanzar zonas aisladas, donde se teme que muchas personas puedan estar atrapadas bajo los escombros.