KIEV.- Dejar Ucrania a oscuras parece ser la meta que se fijó Rusia al lanzar este lunes durante diez horas más de 100 misiles, incluidos hipersónicos, balísticos y de crucero, y similar número de drones contra instalaciones energéticas, incluida la hidroeléctrica de Kiev, en 15 de las 24 regiones administrativas del vecino país.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, calificó este ataque, masivo y combinado, de “uno de los mayores desde que empezó la guerra” y subrayó “su crueldad al querer dañar la infraestructura civil más crítica en la mayoría de nuestra regiones, de Járkov a Kiev y Odesa”.
La defensa antiaérea de Ucrania aseguró haber derribado 102 de los 117 misiles y 99 de los 109 drones lanzados por Rusia.
La presa de la hidroeléctrica de Kiev sufrió el impacto de un misil, pero las autoridades aseveraron que “es imposible” destruir con proyectiles de ese tipo el dique, que contiene las aguas del embalse del río Dnipró, cuyo derribo causaría una catástrofe en la capital ucrania.
Zelensky dijo que los servicios de emergencia “están volcados en reparar las instalaciones dañadas para restablecer a la brevedad el suministro eléctrico y de agua potable” en las zonas de Ucrania en que se produjeron apagones.
Aunque es prematuro saber el número de víctimas, de modo preliminar el primer ministro ucranio, Denis Shmihal, adelantó a la prensa de su país que se tiene conocimiento de 5 casos de muerte y una treintena de heridos, así como numerosos edificios y vehículos afectados por los impactos directos o fragmentos caídos.
Por su parte, durante esta madrugada, Ucrania atacó con drones las regiones rusas de Saratov, Kursk, Briansk, Belgorod, Tula, Orlov, Riazán y Volgogrado, de acuerdo con los reportes de aparatos aéreos no tripulados derribados, 20 en total, que proporcionó el ministerio ruso de Defensa.
El gobernador de Saratov, Roman Busarguin, informó que dos drones impactaron en sendos rascacielos de reciente construcción en las ciudades de Saratov (37 pisos) y Engels (25 pisos), situadas una en frente de otra, en los márgenes izquierdo y derecho del río Volga.
Tomando en cuenta que otros drones llegaron hasta el aeródromo militar de Engels-2, a cuatro kilómetros del río, que sirve de base para bombarderos Tu-160 y Tu-95MC, el impacto en los edificios de viviendas pudo deberse a dos razones: o los ucranios, al programar la trayectoria de vuelo, se basaron en mapas anteriores que no incluían los rascacielos, uno habitado desde 2015 y el otro a partir de 2021, o los recursos rusos de combate electrónico desviaron esos drones, opina el experto ruso Yan Matveyev.