BOCANADAS
LA DECISIÓN DE México -que fue suya; no lo echaron- de no participar como país socio de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) 2025 en Madrid en enero próximo, generó un notable revuelo en el sector turístico internacional. El anuncio, inesperado para muchos, se da en medio de una crisis de tensión diplomática entre México y España, exacerbadas por las exigencias del ex presidente Andrés Manuel López Obrador de que España ofreciera disculpas por los supuestos abusos de la conquista hace 500 años. Esta controversia fue continuada por la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien omitió invitar a los Reyes de España y al presidente español a su toma de protesta.
Sin embargo, adicionalmente hay especulaciones sobre dificultades económicas de México para reunir el patrocinio requerido de un millón de euros para participar como país socio, previamente acordado en la clausura de la edición de este año. La falta de comunicación oficial de México sobre este cambio de última hora, mientras FITUR no recibió aviso de la cancelación de su estatus de país socio, añadió confusión al asunto.
Así, el retiro se presentaba no solo como una cuestión diplomática, sino también como un reflejo de posibles limitaciones financieras.
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TIRO PERFECTO
LA SECRETARIA FEDERAL de Turismo de México, Josefina Rodríguez Zamora, se pronunció ayer al respecto y confirmó que, si bien no seremos el país socio en 2025, sí participaremos en la feria madrileña con un pabellón “normal”, como en años anteriores. Además, reafirmó el compromiso de ser el país socio en 2026, en un intento por reanudar la proyección internacional del país en el contexto de la próxima Copa Mundial de la FIFA.
Según la funcionaria, la decisión de no ser el país anfitrión de la FITUR 2025 se tomó para priorizar la participación efectiva en la feria como expositor, asegurando que el país se encuentra en la etapa organizativa con la Institución Ferial de Madrid (IFEMA) y que su participación en 2026 será “fundamental para consolidar a México como una potencia turística global”.
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TRIPA CORTA
EN MEDIO DE la polémica y especulaciones sobre una posible represalia de España por la postura insistente de López Obrador y su sucesora Claudia Sheinbaum sobre el tema del “perdón” por la conquista española del imperio azteca 500 años atrás, además de la descortesía de rechazar a la Corona y al Gobierno ibérico en la ceremonia de asunción de la presidenta entrante, Rodríguez Zamora enfatizó que la estrategia busca fortalecer la presencia de México en el ámbito internacional, con el objetivo de atraer más visitantes y aumentar la derrama económica. A pesar de los desafíos diplomáticos y económicos, México mantiene su compromiso con el turismo y la promoción de su rica oferta cultural y natural en la próxima edición de FITUR.
Por su parte, la designación de Brasil como nuevo país socio de FITUR 2025 no solo acentuó las tensiones en las relaciones entre México y España, sino que también otorgó a la nación sudamericana una plataforma valiosa para promocionar su oferta turística y afianzar relaciones internacionales, especialmente en un momento crítico para la reactivación del turismo tras la pandemia y un paulatino descenso el último año en el Caribe Mexicano.
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BUENOS HUMOS
LAS INVERSIONES DE España en México han sido fundamentales para el desarrollo económico del país, estableciendo una relación comercial robusta que ha perdurado a lo largo de las décadas. Empresas españolas han incursionado en diversos sectores, como la energía, telecomunicaciones y turismo -principalmente en Quintana Roo-, contribuyendo no solo a la generación de empleo, sino también a la transferencia de tecnología y conocimientos.
Estas interacciones han tejido un entramado de lazos culturales y empresariales que, a pesar de las recientes tensiones diplomáticas, resaltan la importancia de mantener un diálogo constructivo para fortalecer la cooperación bilateral y fomentar un clima favorable para el crecimiento económico en ambos países.
A medida que FITUR se prepara para abrir sus puertas en enero de 2025, la participación de México en un pabellón, aunque menos prominente, permitirá al país seguir presente en un evento de tal magnitud. Sin embargo, el incidente resalta la necesidad de México de fortalecer su posicionamiento en el mercado turístico global y gestionar de manera más efectiva sus relaciones diplomáticas para evitar futuras repercusiones en un sector que es crucial para su economía.
