CIUDAD DE MÉXICO.- El Ejército intentó persuadir a la población para que se alejara de la toma clandestina en el ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo, que ayer viernes explotó, pero se vieron rebasados debido que eran solo 25 elementos para contener a alrededor de entre 600 y 800 personas, algunas agresivas, detalló el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresensio Sandoval.
Sostuvo que el personal recibió la orden se retirarse a un costado para evitar una confrontación, y aunque se intentaba persuadir para que se alejaran, la gente que llegaba con recipientes al ducto seguía aumentando, e incluso algunas personas se llenaron la ropa de combustible.
“Es difícil que 25 hombres pudieran detener a 600 u 800 personas y más si los pobladores están convencidos de que deben ir por el producto. Al verse rebasados completamente por la cantidad de gente que esta enfrente de ellos, lo mejor para ambas parte es retirarse”.
El titular de la Sedena explicó que el personal de la dependencia vigila los ductos con grupos de soldados desplegados a una distancia de 20 kilómetros unos de otros.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la actitud del Ejército fue correcta y oportuna para evitar una confrontación.
“Nosotros no vamos a apagar el fuego con el fuego, está demostrado que no se puede enfrentar el mal con el mal, por eso la decisión que se ha tomado es atender primero las causas que originan los hechos ilícitos, no se resuelve con medidas coercitivas, por eso se agravó la situación en el país porque se optó por la confrontación”, aseguro en conferencia.
López Obrador dijo que su plan contra el hauchicoleo seguirá adelante.
Aseguró que no es fácil ante una multitud hacer prevalecer el orden aún explicando sobre los riesgos, “hay constancia de cómo se enfrenta la población al Ejército, a la policía”.
“Por esto, aunque duela mucho, tenemos que seguir con el plan de acabar con el robo de combustible y estas prácticas, no vamos a detenernos, vamos a erradicar esto, que no solo daña materialmente, no solo es lo que pierde la nación por este comercio ilegal, este mercado negro de combustibles, sino el riesgo, el peligro, la pérdida de vidas humanas”.
El tabasqueño reiteró el apoyo y la solidaridad del gobierno federal a los familiares de los 66 fallecidos y 76 heridos por la explosión, y subrayó que la máxima prioridad es salvar vidas y atender a los heridos.
El ducto Tuxpan-Tula de Pemex explotó este viernes 18 de enero cerca de las 19 horas en la comunidad de San Primitivo, ubicada en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, tras una toma clandestina de combustible.
Animal Político