MOSCÚ.- Rusia y Estados Unidos acordaron el martes comenzar a trabajar para poner fin a la guerra en Ucrania y mejorar sus lazos diplomáticos y económicos, dijeron los principales diplomáticos de ambos países tras conversaciones que reflejaron un extraordinario cambio en la política exterior estadunidense bajo el régimen del presidente Donald Trump.
En entrevista con The Associated Press, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijo que ambas partes acordaron, en términos generales, perseguir tres objetivos: reintegrar al personal en sus respectivas embajadas en Washington y Moscú, crear un equipo de alto nivel para apoyar las conversaciones de paz sobre Ucrania, y explorar relaciones y cooperación económica más cercanas.
Sin embargo, enfatizó que las conversaciones —a las que asistieron su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, y otros altos funcionarios rusos y estadunidenses— marcaron el comienzo de un diálogo, y que se requiere más trabajo en el futuro.
Lavrov hizo eco de los comentarios de Rubio y dijo a los periodistas que “la conversación fue muy útil”.
“No solo escuchamos, sino que también nos escuchamos mutuamente”, afirmó.
No hubo representantes de Ucrania en la reunión, que se produjo mientras el país asediado pierde terreno lenta pero constantemente frente a las tropas rusas, más numerosas, en una guerra desgastante que comenzó hace casi tres años.
El presidente Volodymir Zelensky manifestó que su país no aceptaría ningún resultado de las conversaciones, ya que Kiev no participó, y pospuso su propio viaje al reino, programado para el miércoles.
Los aliados europeos también han expresado preocupaciones de que están siendo marginados.
En los últimos años, las relaciones entre Rusia y Estados Unidos cayeron a su nivel más bajo en décadas, una ruptura que se ha ido ampliando desde que Rusia anexó Crimea tras arrebatarla a Ucrania en 2014 y que empeoró tras la invasión a gran escala de ese país por parte de Moscú.
Estados Unidos, junto con varias naciones europeas, impuso una serie de sanciones a Rusia en un esfuerzo por dañar su economía. Y las embajadas en Washington y Moscú han sido golpeadas duramente por la expulsión de un gran número de diplomáticos, así como por otras restricciones.
Rubio dijo el martes que poner fin a la guerra en Ucrania podría “abrir la puerta” a “increíbles oportunidades para asociarse geopolíticamente con los rusos en cuestiones de interés común y, francamente, en temas económicos que, con suerte, serán buenos para el mundo y también mejorarán nuestras relaciones a largo plazo”.
Sus comentarios fueron una prueba más del notable cambio de rumbo de Estados Unidos hacia Rusia tras años en los que el predecesor de Trump, el expresidente Joe Biden, encabezó los esfuerzos internacionales para aislar a Moscú.