CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de haber hecho menos pruebas que otros países, el gobierno mexicano confía en estar preparado para afrontar esta semana la fase más álgida del coronavirus y anticipa que el brote podría azotar al país en una segunda oleada a partir de octubre.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, aseguró que de no haberse tomado a tiempo las medidas de distanciamiento social, la curva sería más pronunciada y estarían en riesgo la mayoría de los 126 millones de mexicanos, pese a que el número de infectados y fallecidos se ha venido duplicando en las últimas semanas.
“Vamos ganando”, afirmó el médico, la cara más visible de la lucha contra el coronavirus en el país, en una entrevista con Reuters la noche del lunes en el Palacio Nacional de Ciudad de México, la sede del Poder Ejecutivo.
“Los números son alentadores. Tenemos todavía una muy amplia capacidad de respuesta”, dijo al asegurar que las medidas adoptadas permitieron “cambiar el rumbo de la epidemia y tener efectos muy positivos que han llevado a la reducción de la velocidad de transmisión y de los contagios”.
Además del distanciamiento social, el gobierno llamó a los ciudadanos a mantenerse en casa, las escuelas y universidades suspendieron clases presenciales. También fueron cerrados estadios, museos y locales comerciales y las industrias consideradas “no esenciales”.
El Valle de México, que incluye a la capital y al contiguo Estado de México y que alberga a unos 21 millones de habitantes, es el área más golpeada por el coronavirus en el país. Aún así, el doctor en epidemiología por la Universidad Johns Hopkins dijo que están “muy por debajo” de los 10,000 infectados esperados para la zona y que podrían llegar sólo a la mitad.
Para todo el país, las autoridades esperan alcanzar unos 6,000 fallecidos, un 25% menos que los estimados antes de empezar la fase más aguda de la pandemia.
Pero, como han advertido algunos expertos, la actual podría ser apenas la primera ola de contagio del virus, que ha dejado 3.6 millones de infectados y más de 251,000 fallecidos alrededor del mundo, de acuerdo con un conteo de Reuters.
“No es lógico pensar que mientras haya una epidemia de enfermedad infecciosa en el resto del mundo, cada país va a estar a salvo de reinfectarse”, aseguró el funcionario de 51 años, quien participó del equipo que combatió la pandemia de la influenza A H1N1 en 2009.
“La influenza (estacional) va a regresar en octubre y se va a ir en marzo. Definitivamente esto va a pasar. Lo que no sabemos −y es probable− es que, junto con la influenza, pudiera venir la segunda gran oleada de Covid-19”, anticipó.
(Agencias)