CIUDAD DE MÉXICO.- El desabasto de combustibles en algunas zonas del país amenaza la asistencia a clases, pues ayer decenas de padres de familia anunciaron en redes sociales que no llevarán hoy a la escuela a sus hijos. Además, trabajadores de distintos ramos aseguraron que no laborarán. En tanto, consumidores denunciaron que estaciones de servicio aprovechan el desabasto para disparar los precios de los hidrocarburos.
En León, Guanajuato, aunque el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo anunció que la venta de gasolina se regularizará en breve, padres de familia externaron en redes sociales que no llevarán a sus hijos a la escuela.
Incluso algunos trabajadores del sector público preferirían quedarse en sus hogares en caso de que las gasolinerías sigan sin dar servicio.
“No pasa nada si no llevo a mi hija a la escuela mañana (hoy), que es el primer día de clases. De hecho, muchos de mis amigos no los van a llevar. ¿Para qué arriesgarnos?”, comentó Susana Navarro al saber que ni siquiera una cuarta parte de las 200 gasolinerías de León han abierto para dar servicio.
Hasta la noche, la Secretaría de Educación de Guanajuato no había previsto la suspensión de actividades ante dicho problema.
En Jalisco, hoy un millón y medio de niños en nivel básico deben regresar a clases; sin embargo, muchos se ausentarán, ya que por la falta de combustible sus padres no podrán llevarlos a clases.
“Muchas mamás no los vamos a llevar por eso”, reconoció Beatriz a Excélsior.
Anoche, en los chats de mamás se preguntaban con urgencia en qué gasolinerías podían cargar combustible para cumplir con sus actividades cotidianas en el regreso a clases. Mientras que otras comenzaron a organizarse con vecinos para compartir el auto y hacer rondines al horario de entrada y salida de clases en preescolar, primaria y secundaria.
“Yo voy a llevar a unos vecinos al colegio porque sus mamás no tienen nada de gasolina (en el vehículo). Y a la salida los voy a recoger”, apuntó Karina.
Ignacio, padre de dos escolares, tenía sólo un cuarto de gasolina en el auto y lo gastó buscando gasolinerías en Zapopan.
“Fui a más de seis gasolineras todas estaban cerradas, si los llevo mañana a la escuela cuando todavía está oscuro es muy probable que ya no lleguemos. He preguntado en varias gasolinerías cuándo restablecerán el servicio y no saben, sólo dicen que están esperando a que les surta una pipa”, lamentó.
Otras personas han dejado de trabajar temporalmente, particularmente los taxistas.
En Michoacán, varias estaciones han subido el precio del combustible hasta en más de 20 pesos, a sabiendas que el usuario la comprará por la necesidad de moverse; el costo, aseguró el empresario gasolinero Mauricio Prieto, será difícil de regular a raíz de la Reforma Energética emprendida por el expresidente Enrique Peña Nieto. (FUENTE: EXCÉLSIOR)