CHIAPAS.- Cientos de migrantes desafiaron a los guardias nacionales que estaban apostados en las márgenes del Suchiate.
“Si no hay paso por aquí por el portón pueda que pasemos por el río, pero de que vamos a entrar, así sí”, destacó un migrante de Honduras.
La del mediodía, cientos de migrantes centroamericanos aprovecharon el bajo nivel del río Suchiate y cruzaron a pie desde Tecún Umán, Guatemala, hacia Ciudad Hidalgo, Chiapas.
En el trayecto, algunos arrojaron piedras contra los elementos de la Guardia Nacional que habían hecho un cerco de seguridad en la orilla del río.
Se desataron golpes y empujones.
“Lo que queremos es un permiso y de entrar legalmente para que Migración y federales no nos perjudiquen en nada”, aclaró Ángel, migrante de Honduras.
El paso por el río se decidió después de que una comitiva de 25 personas se acercara a la Aduana de México y solicitara a las autoridades migratorias libre tránsito por nuestro país. Su petición fue rechazada.
“El gobierno de México está comprometido a que se mantenga una migración ordenada, segura y regular. El Instituto Nacional de Migración hará cumplir la ley en caso de violación a esta. Las disposiciones jurídicas no establecen una calidad migratoria de tránsito”, razón por la cual, no es posible “obsequiar positivamente su petición”, comentó Carmen Yadira de los Santos Robledo, delegada de Migración en Chiapas.
Eran más de dos mil migrantes, hondureños en su mayoría.
A temprana hora caminaron sobre el puente internacional Rodolfo Robles, después de que la policía guatemalteca les abriera el portón migratorio, tras agruparse desde la madrugada en Tecún Umán.
El sábado, hubo un primer intento. 800 migrantes llegaron hasta la aduana mexicana, pero un cerco de la Guardia Nacional los contuvo usando gases lacrimógenos.
Después cerraron el portón de forma definitiva.
“No es un delito cruzar o estar en México, pero sí, nuestras leyes migratorias señalan las formas de hacerlo”, apuntó el general Vicente Hernández, coordinador de la Guardia Nacional en Chiapas.
Tras dialogar con representantes migratorios, centroamericanos en grupos de hasta 30 personas aceptaron el asilo y refugio temporal que ofrece el gobierno mexicano.
“Pues perfectamente lo aceptamos porque lo que queremos es trabajar y luchar para sacar adelante a nuestros hijos”, expuso Paola Dolmo, migrante de Honduras.
El domingo, reagrupados en un albergue y una iglesia de Tecún Umán, replantearon su estrategia.
En el cauce del Suchiate, la Guardia Nacional detuvo a 400 migrantes.
El Instituto Nacional de Migración analiza devolverlos vía aérea a Tegucigalpa.
“Tocó que nos agarrarán pues. Si venimos migrando es porque necesitamos buscar otra forma de vida”, dijo David Escobar, migrante hondureño.
Otros fueron detenidos a la salida al norte de Ciudad Hidalgo.
Entre el kilómetro 20 y 21 de la carretera a Tapachula, cientos de migrantes caminaron hasta que un retén del Ejército, Migración y la Guardia Nacional los interceptó.
Al percatarse, los migrantes corrieron en todas direcciones entre la vegetación y caminos de terracería.
“Venimos en paz, venimos tranquilamente, sólo vamos de paso, no nos quieren dejar pasar, tuvimos que correr, tenemos miedo que nos golpeen, entiende”, señaló un migrante.
Según las autoridades, 58 lograron perderse por caminos selváticos. La mayoría fue devuelto a instalaciones migratorias.
El resto de los migrantes que se quedó en medio del río Suchiate, decidió regresar a Tecún Umán, Guatemala para reagruparse y buscar otra oportunidad para cruzar a México. (FUENTE: NOTICIEROS TELEVISA)