TAMAULIPAS.- Al menos 19 personas murieron en el marco de varios ataques a tiros perpetrados por un comando armado en una ciudad del estado mexicano de Tamaulipas, asolado por el narcotráfico y ubicado en el noroeste del país, fronterizo con Estados Unidos.
Los asesinatos fueron cometidos el sábado en diversos barrios de la ciudad de Reynosa por hombres que abrieron fuego desde varios vehículos, informó anoche una agrupación que coordina a las fuerzas de seguridad del estado.
El Grupo de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz en Tamaulipas reportó inicialmente la muerte de 15 personas, incluido uno de los atacantes, que fue sorprendido por policías cerca del puente que conecta a Reynosa con Pharr, Texas.
Las autoridades mexicanas elevaron horas después la cifra de muertos, tras conocerse que cuatro presuntos delincuentes fueron abatidos por policías.
“Al ser localizados, los individuos opusieron resistencia y agredieron a personal policial, el cual repelió la agresión”, precisó la agrupación en el comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, condenó los ataques.
Efectivos del Ejército, la Guardia Nacional y la Policía se movilizaron ante el ataque mientras que la Fiscalía continúa las investigaciones.
“Se investiga ya el móvil de estos actos que afectaron de manera directa a la población civil”, dijo el gobernador en un comunicado.
En esta zona del noreste de México, en la que opera el Cártel del Golfo, fue escenario de los peores episodios de la guerra contra los cárteles de las drogas.
En 2010 y 2011, los Zetas masacraron en dos sucesos diferentes a casi 300 inmigrantes, en su mayoría centroamericanos, en busca de afirmar su poder en el negocio de tráfico de personas.
Desde 2017, Reynosa, fronteriza con Estados Unidos, sufrió una escalada de violencia por el crimen organizado en su intento por el control del tráfico de drogas y el tránsito de migrantes indocumentados que buscan llegar a ese país.
Más de 300.000 personas, según cifras oficiales, fueron asesinadas en México desde que en diciembre de 2006 el Gobierno federal lanzó un polémico operativo militar antidrogas.
La mayoría de los asesinatos son atribuidos a pugnas entre bandas criminales.