NICARAGUA.- Ayer sábado se desató una nueva ola de violencia y represión en diferentes partes de Nicaragua y ya cobró la vida de al menos siete personas, entre ellas un bebé de 14 meses de edad, confirmaron diversas fuentes.
Los ataques comenzaron el viernes por la noche, horas después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó un informe que indica que el gobierno nicaragüense violó los derechos humanos durante las protestas, que comenzaron a mediados de abril.
La oposición y los grupos cívicos cancelaron una marcha planeada para la tarde de este sábado para honrar a los asesinados en las recientes protestas. Los organizadores dijeron que querían evitar más derramamiento de sangre. El sábado es también el día del padre en Nicaragua.
Los ataques por parte de la Policía y paramilitares se han registrado en Managua, Masada, sudeste y León, oeste, según reportes de la no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.
Uno de los muertos por los ataques fue el niño Teyler Lorío Navarrete, de 14 meses de edad, quien falleció de un disparo en la cabeza en una de las calles del barrio las Américas Uno, ubicado en la zona este de Managua.
La Policía Nacional emitió un comunicado para informar que el bebé murió cuando agentes fueron atacados “por elementos delincuenciales mientras trataban de limpiar barricadas y bloqueos viales en esa zona de la capital.
Karina Navarrete, mamá del bebé, señaló a la Policía como responsable de la muerte: “Fueron policías, yo los vi, no fueron los vagos a como les llaman ellos, fue un balazo de la Policía”, aseveró.
La Universidad Autónoma de Nicaragua, que se encuentra tomada por estudiantes desde hace casi dos meses, sufrió agresiones durante más de seis horas durante la madrugada y mañana del sábado, con saldo de dos jóvenes muertos, más de una docena de heridos y al menos seis desaparecidos, informó el sacerdote Raúl Zamora.
El Episcopado de Nicaragua pidió al presidente Ortega que acepte “formalmente” la propuesta de adelantar para marzo de 2019 las elecciones generales, para así facilitar el diálogo nacional que busca una salida a la crisis que ha dejado cerca de 220 muertos desde el 18 de abril.
En una carta publicada este sábado, el Episcopado solicitó a Ortega que “comunique oficial y formalmente su aceptación de la propuesta que, recogiendo los sentimientos de la inmensa mayoría de los nicaragüenses, le presentamos el jueves 7 de junio, sobre las elecciones generales anticipadas, para marzo de 2019”.
La Iglesia Católica Romana está mediando en las conversaciones entre los grupos de oposición y el gobierno, y los obispos nicaragüenses pidieron que las discusiones se reanuden el lunes.
Pablo Abrao, secretario ejecutivo de la CIDH, señaló vía Twitter que un equipo técnico de la comisión se reunirá el lunes con autoridades estatales, miembros de la sociedad civil y líderes religiosos.
lvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, advirtió a los nicaragüenses estar en alerta máxima por más violencia, calculando que más de 215 personas han muerto desde que comenzaron los disturbios a mediados de abril.
“Hay una represión salvaje, hay ejecuciones, muertes, persecuciones, secuestros y un alto riesgo de más derramamiento de sangre”, señaló Leiva.
Por otra parte, en Masaya, donde los obispos negociaron una tregua unos días antes, la Cruz Roja denunció que dos personas fueron asesinadas.
Las protestas comenzaron el 18 de abril contra una reforma al sistema de seguridad social, pero se ampliaron para demandar justicia por las muertes y la salida del poder de Daniel Ortega, a quien acusan de instaurar, junto con su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, un gobierno autocrático y corrupto.
La CIDH señala la responsabilidad del gobierno nicaragüense en la muerte de al menos 212 personas, mil 337 heridos y 507 personas privados de la libertad. (FUENTE: NOTICIEROS TELEVISA)