TULUM- Autoridades estatales realizaron un recorrido de vigilancia por el municipio, clausurando un evento de música electrónica en las afueras de la ciudad, con más de 200 personas, además de suspender una cocina común, en Aldea Zama, que funcionaba como restaurante de manera clandestina.
Debido a la pandemia del COVID-19, los eventos masivos están supuestamente suspendidos en Quintana Roo, pero desde hace meses éstos han continuado llevándose a cabo en Tulum, sin impedimento por parte las autoridades locales. Esto, a pesar de que un festejo de Halloween terminó en una balacera, y a pesar que un festival electrónico en noviembre fue responsabilizado de un rebrote de COVID-19 en Nueva York, tema destacado por la prensa internacional, en perjuicio de la imagen del destino.
En ambas ocasiones, el municipio ha sido omiso en vigilar y detener estos eventos. Ante las críticas, incluso firmó un acuerdo con la Asociación de Hoteles de Tulum para prohibir estos festivales, sin efectos reales.
Anoche, en previsión de los festejos por fin de año, personal de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), de la Coordinación de Prevención de Riesgos Sanitarios, y de Protección Civil, efectuaron un recorrido por la cabecera municipal, detectando un evento de música electrónica en la carretera federal, rumbo a Felipe Carrillo Puerto, mismo que procedieron a clausurar.
En el lugar, una tienda rústica de grandes dimensiones, retiraron a más de 200 personas que participaban en el lugar, además de incautar una gran cantidad de alcohol.
Por otro lado, también visitaron el condominio Arthouse, de Aldea Zama, descubriendo que el área de cocina era operado como restaurante-bar, sin tener licencia para ello, por lo que fue suspendido. (Agencia SIM)