AUNQUE DUELA… AUNQUE CALE
Por: Jorge Alfonso Castro
“Con todo respeto”, presidente, ¡póngase a trabajar!
- Para López Obrador, el culpable de casos como el de Fátima e Ingrid Escamilla, es también el neoliberalismo
- Pide a feministas –“con todo respeto”- no realizar pintas; mientras descarta “mano dura” como solución ante al alza de violencia contra mujeres
El reciente feminicidio de Fátima Cecilia, la niña de siete años de edad que fue hallada muerta, dentro de bolsas de plástico y con sus órganos extirpados, en Xochimilco, se sumó a los crecientes casos de violencia contra las mujeres que se vive en el país.
Pese a los desesperados intentos del presidente Andrés Manuel López Obrador por minimizar el impacto de este y otros problemas que enfrenta México –por medio de artimañas mediáticas- la inconformidad ciudadana y la exigencia de resultados se acentúa cada día más.
Durante su conferencia “Mañanera” de este lunes, en el que el principal tema fue el cruel asesinato de la pequeña Fátima, el presidente atribuyó el crimen a su villano favorito: el neoliberalismo. Según dijo, porque provocó una descomposición social que ahora se refleja en estos lamentables hechos.
Desde el caso de Ingrid Escamilla, la joven de 25 años que fue asesinada y desollada por su pareja sentimental la semana pasada, también en la capital del país, la violencia de género ha provocado diversas manifestaciones. La más sonada, la que un grupo de feministas protagonizó frente a Palacio Nacional el viernes pasado, en donde además se realizaron pintas.
Lejos de obtener una respuesta contundente o un plan para contrarrestar la problemática, el mandatario federal presentó un improvisado decálogo y se vio más preocupado por el daño a las puertas del recinto, llamando a las inconformes –eso sí, “con todo respeto”- a no realizar pintas y manifestarse de forma pacífica. Posición totalmente contraria a cuando era opositor del gobierno y llamaba a la ciudadanía a exigir resultados y hasta la renuncia de las autoridades, sin importar las pérdidas materiales y económicas que vendrían en consecuencia.
Por si fuera poco, a esta frívola petición también se sumó la característica postura tibia y omisiva que se establecido frente al crimen organizado: la ‘mano dura’ no es ni será solución en su gobierno; no lo será para ‘narcos’, ni lo será para feminicidas.
Prueba de ello fue también su petición a elementos de la Guardia Nacional durante la inauguración de su cuartel en Guanajuato, el fin de semana: a los delincuentes hay que respetarlos, pues son también seres humanos y merecen tal consideración.
Para este problema, y al parecer, todos los demás que aquejan al país, Andrés Manuel ofrece la misma alternativa: las políticas y programas asistencialistas que impulsa su gobierno. Ello no contempla metas ni plazos, sólo su promesa de que “se está trabajando” para dar resultados.
Y ante tanta inacción, también se nos ocurre hacerle una petición: Señor presidente, “con todo respeto”, ¡deje de inventar culpables y póngase a trabajar!