México tiene auténticos cánceres. Uno de ellos, la alta incidencia de feminicidios. Al cabo de décadas, la sociedad machista ha sido incapaz de proteger a sus mujeres y niñas.
¡Punto!
Tristemente, las mujeres tampoco asumen con determinación la defensa del género.
El hecho es que 10 mujeres -tías, madres, hijas…- son asesinadas al día.
¡Diez!
Y el delito -tipificado, porque las muertes son mucho más- se duplicó del 2015 a la fecha (fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública).
Lamentablemente, el optimismo del presidente en el tema de seguridad no se refleja en la realidad: “Ya se están sintiendo los cambios” (24 de enero SLP).
El México desigual del que todos somos responsables mantiene a las mujeres como víctimas:
1.- En la pandemia, pierden más empleos. 2.- En política, los partidos les dan las candidaturas con mayor riesgo de derrota; líderes obsequian posiciones a amantes y familiares.
3.- La violencia en los hogares es sobre todo asedio contra ellas (47%).
4.- Subieron los delitos sexuales ¡con COVID! Incesto 200%, acoso 20%, violación 30%, impunidad 97%.
5.- Según el Censo 2020, hay más mujeres que hombres: 51.2% por 48.8%.
Increíblemente, féminas en posiciones de poder -el gabinete de AMLO es paritario- desprecian la tragedia de sus congéneres.
Como la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, que el 27 de enero aseguró en la Mañanera: “Ya comenzó un cambio para que las mujeres y niñas vivan libres de violencia y discriminación…”
Eso dijo.
Ni un solo anuncio de que se exigirá resultados a la policía. Hoy, la indignación por la violencia contra ellas lleva el nombre de Mariana, la médica ultimada en Chiapas luego de ser violada e ignorada.
Hasta el siguiente crimen.
Y DE MAÑANA…
DIPUTADOS Y autoridades tienen cosas más importantes que hacer que quitar muñequitos de la comida chatarra (osito Bimbo, gansito Marinela…) o censurar certámenes de belleza por (ridículo) “violencia simbólica”…